Dicho coloquialmente: Pedro Sánchez podría 'hacerse un Rajoy': declinar presentarse a la investidura en el último momento para que Podemos no le apoye "gratis", es decir, sin cerrar un acuerdo de gobernabilidad. Así lo confirman fuentes de la dirección socialista que reclaman ahora a Podemos un pacto de estabilidad parlamentaria a cuatro años que incluya los Presupuestos Generales del Estado y el compromiso negro sobre blanco en materia territorial.
Un "doble o nada", una subida del precio de la investidura que le pone Sánchez a Pablo Iglesias, y no al revés, y que se produce cuando Iglesias ni siquiera ha aceptado el precio anterior, y menor, fijado en el mes de julio y que confirma que en lugar de pasos hacia adelante, hacia un punto intermedio entre las exigencias de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez los da hacia atrás.
Tras haber deslizado la oferta inconcreta de que este jueves a las 16:30 horas en el Congreso, Carmen Calvo y Adriana Lastra podrán encima de la mesa a Podemos la participación en la gobernanza de organismos públicos como la CNMV, el CIS o el Consejo de Seguridad Nuclear, fuentes de los negociadores socialistas explican que no pueden aceptar un apoyo de Podemos en el último minuto que no sea a cambio de un acuerdo expreso.
El motivo, según estas fuentes socialistas, es que no pueden someter al país a la inestabilidad de un gobierno débil, abocado al frenesí de cada votación parlamentaria y a las vaivenes de la desconfianza que se ha instalado en las dos formaciones del espectro de la izquierda. Y menos, ante el otoño caliente que se atisba en el horizonte en el plano territorial.
Es por este motivo por el que, cuenta el PSOE, "incluimos el párrafo de rechazo al referéndum de autodeterminación" en el documento de las 370 medidas para un "acuerdo común progresista", para que "Podemos asuma por escrito lo que nos manifiesta en privado sobre la lealtad con Cataluña: que no nos digan que seremos nosotros quienes fijemos la línea y luego escuchemos a Jaume Asens decir que ellos son la garantía de que no habrá un nuevo 155".
En privado, algunos negociadores socialistas ya reconocen que no esperan movimientos de cara a la reunión de este jueves porque Podemos "no se ha movido desde julio", por lo que lo más probable será un encuentro largo y plagado de reproches que concluirá tarde y sin acuerdo.
El nuevo mantra de evitar los votos "gratis" de Podemos es la estrategia de Pedro Sánchez para garantizarse el ‘no’ de los de Iglesias. Boicotear el apoyo de la formación morada en una sesión de investidura que no se producirá si no hay acuerdo. Dicho de otra forma: Sánchez rechazará volver a presentarse si Podemos no acepta el nuevo precio que fija el candidato por dejar que le hagan presidente.