El Mundo: "Sánchez disfraza de oferta a Podemos su programa electoral". Y es que cree Rosell que de eso se trataba, de "alejar la aquiescencia de Iglesias y acercar las urnas. A este propósito respondía la parafernalia electoralista con que Sánchez compareció ante un público entrenado para desgranar sus propuestas entre aplauso y aplauso". "En esto consistirá la próxima campaña electoral del PSOE si un acuerdo in extremis no lo remedia: en señalar tanto a la oposición como a sus socios por haber obligar a los españoles a volver a votar". Como dice Rafa Latorre, "la venganza más dañina de Pablo Iglesias" será que acepte la última ofensa "y se haga el necio, que es una finísima forma de hacer política". Federico Jiménez Losantos comenta la inaudita imposición de la delegación iraní mientras nuestros machos alfa discuten de las "nuevas formas de masculinidad". "Meritxell Batet impuso para la recepción un protocolo que también exploraba nuevas formas de feminidad. Las diputadas no debían acercarse a dar la mano a los islamistas, ni atreverse a mirarlos a los ojos (...) Todo lo estropearon los carcas de Vox, que se negaron a explicar como nuevas formas de masculinidad a las del harén. Pero Batet se rindió ante el fascismo". ¿Cómo se puede ser tan arrastrada?
El País dice que "Sánchez ofrece a Iglesias un control riguroso de su pacto". El editorial no las tiene todas consigo. "El acuerdo entre el PSOE y Podemos sería solo el primer paso para que la legislatura pudiera comenzar, puesto que la suma de los diputados de ambos grupos" sería insuficiente. "El documento socialista sirve para negociar o para ir a elecciones". Según Carlos Cue, "la mayoría de los dirigentes dan por hecho que lo más probable es la repetición electoral". Y si hay que ir a elecciones, "es mejor ahora que dentro de unos meses a un año. Pero aún queda mucha partida. En el último minuto, las presiones y los medios juegan tanto como los cálculos". Qué mareo. Y por cierto, el periódico súper feminista calla como una meretriz sobre el despropósito socialista con la delegación iraní. Serán falsos.
ABC dice que "Vox evita que Irán humille a las diputadas españoles". Porque si llega a ser por Podemos y el PSOE las obligan a ponerse burka. Sobre el tema Sánchez, dice el editorial que "el documento es una trampa del PSOE a Podemos para situarlo en la encrucijada diabólica de apoyar la investidura de Sánchez sin gobierno de coalición o de acabar señalado como culpable de unas nuevas elecciones de resultado incierto (…) Todo es un juego de ambiciones personales. Sánchez no perdona. No va a perdonar a Pablo Iglesias que haya intentado arrebatarle el liderazgo de la izquierda". Carrascal cree lo contrario, que "Sánchez pactará lo que sea con quien sea, porque las personas como él son pusilánimes y asustadizas". ¿Pero no era un tío de lo más audaz? A ver si nos aclaramos. Carrascal, hoy por hoy, "ya no ve tan claro que volvamos a las urnas". Pues vaya, qué faena.
La Razón: "Cogobernanza: vía al 10-N". Según Marhuenda "el presidente parece decidido a seguir con la farsa. Desde Moncloa se trabaja ya con las agencias de publicidad y análisis en un nueva cita electoral. El bucle político de Pedro Sánchez arrastra a todos". La prueba del algodón, según El Submarino, es que Carmen Calvo asume de nuevo las riendas de las conversaciones con Unidas Podemos. El entorno de Iglesias ve en la vicepresidenta la señal inequívoca de que Pedro Sánchez, en realidad, carece de voluntad negociadora". Que la tía se las trae. "Iglesias no se humillará más: o coalición o nada". Pues nada, vamos a elecciones, pero por favor, tengan piedad de los lectores, no le den más vueltas.