El Mundo dice que "El Congreso vapulea a Calvo por su gestión del Open Arms". "Podemos se abre a negociar la coalición que rechazó en julio pero el PSOE no lo acepta". Dice el editorial que Pablo está muy arrepentido de haberse puesto chulito en julio y se arrastra pidiendo al menos la vicepresidencia de su Irene, que desde que la dejó compuesta y sin cargo duerme en la caseta del perro. "Pero tan cierto es que Iglesias trata ahora de enmendar su error para evitar unas elecciones como que Sánchez se ha instalado en una pasividad calculada e irresponsable que delata su deseo de llevar a los españoles otra vez a las urnas porque está convencido de que mejorará sus resultados". Bueno, que currar no es lo suyo tampoco es nuevo. A él le van más los viajes alrededor del mundo con Begoña a costa del erario público. Por cierto que también reapareció Rufián, con su pose de galán de telenovela. "La izquierda va a palmar si hay elecciones". Lucía Méndez, una de las protagonistas del día de ayer, también gracias a Pablo Iglesias, dice que los "parlamentarios se estrenaron con ánimo y brío. Con ganas de juerga, de debate y de confrontación dialéctica". Como debe ser. Pero sobrevuelan las elecciones. "Si se escuchan las intervenciones, declaraciones, dúplex, canutazos y conversaciones de patio o de cafetería de los dirigentes socialistas, no caben muchas dudas. El PSOE se sincera, sin mucho disimulo". Se ve que Lucía prefiere contar sus conversaciones privadas en el bar no vaya a andar cerca el bocas de Pablo. Y para vengarse de lo de ayer, hunde al podemita. Pedro Sánchez "no quiere saber nada de Pablo Iglesias ni de Unidas Podemos". No son de fiar, bien lo sabe ella.
El País dice que "El pleno sobre inmigración se convierte en un ataque general contra el Gobierno". Qué duro es ser gobierno. Cuenta Carlos Cué que "la sesión parlamentaria de ayer fue un nuevo golpe que resquebrajó un poco más los puentes entre el PSOE y Unidas Podemos. Aún no están rotos del todo, pero cada día amenazan con más fuerza el derrumbe definitivo", más de lo mismo. Los socialistas comprobaron ayer que "sería un infierno" gobernar con Podemos haciendo oposición. Según Cué, fue Cayetana la que salvó la ruptura de la izquierda. "Logró el efecto de unir al centroizquierda en algunos momentos puntuales del debate. Álvarez de Toledo, la gran apuesta de Pablo Casado para lanzar una oposición sin cuartel mientras él se reserva un papel más presidencialista, tiene la doble capacidad de gustar a la derecha y movilizar a la izquierda". Eso dicen, que es muy lista. Manuel Jabois regresa de las vacaciones haciéndose el graciosete. "El momento de mayor emoción fue cuando Calvo dijo: ‘Voy concluyendo’". Jua, jua, jua, qué ingenioso. "Lo peor" de Cayetana son "sus cayetaners", ja ja ja. "Eso y su famosa inteligencia: no es malo tenerla, de hecho es recomendable, pero sí puede ser malo ser tan consciente de ella, porque una se relaja y puede dejar de serlo", dice con el típico despecho del que envidia lo que no tiene. Y culmina su crónica el columnista gallego: "Al llegar a la tribuna, dio un sorbo de agua, abrió unos folios, le pegó un manotazo a uno para que se estuviera quieto y empezó a arrear al Gobierno hasta equipararlo con el salvinismo, que en un primer momento hubo quien creyó que se refería a la política de salvamento marítimo". Jabois, qué chiste tan malo, por Dios.
ABC: "Sánchez naufraga en el Congreso por la crisis del Open Arms". El Open Armas era lo de menos, hombre. Dice el editorial que lo de Iglesias no tiene nombre, mendigando ahora lo que rechazó en julio. "Lo que no le valía ayer, sí le sirve hoy. Algo intuye Iglesias sobre el pésimo resultado que obtendría en las nuevas elecciones, y algo sospechan los diputados de su grupo sobre las altas probabilidades de que la mitad de ellos perdieran sus escaños… y su cómoda vida en política. Por eso le exigen ceder". Eso es un poco injusto, Rubido. Es cierto que, como dijo Díaz Ayuso, la mayor parte de los podemitas no habían dado un palo al agua en su vida ni cotizado a la Seguridad Social hasta que llegaron a la política, no hay más que mirar el currículum de Irene Montero. Pero el temor a perder la cómoda vida en política no es privativo de Podemos, ocurre en todos los partidos. El PP y el PSOE, sin ir más lejos, está llenos de gente que se ha tomado el biberón en sus sedes.
La Razón dice que "PSOE y Podemos evidencian su fractura en el Congreso". Ese titular es de julio, Marhuenda. Cuenta El Submarino la humillación "en directo" de Pablo Iglesias ayer en la SER. "Iglesias reapareció este jueves presto a templar gaitas con Pedro Sánchez. Hasta que supo de la propuesta encerrona de 300 medidas que el líder del PSOE presentará la semana próxima", un plato de lentejas, creo. "La forma en que se enteró del contenido de la oferta, imbuido en una entrevista de Javier Ruiz en la Caden SER, lo enfureció". Sánchez le tiene tomada la medida y sabe lo fácil que es enfurecer a Pablo. Por cierto, que la entrevista de Javier Ruiz fue bochornosa, empeñado en que Podemos vetó los presupuestos de Sánchez. A ver si nos informamos mejor antes de hacer una entrevista, señor Ruiz, ni un becario hubiera hecho semejante ridículo.