La situación de inseguridad que vive Barcelona, incrementada exponencialmente este verano, donde se han producido casi 800 robos con violencia e intimidación en el espacio público, es un asunto que no solo debe concernir, según el PP y Ciudadanos, a las autoridades locales y autonómicas, sino también al Gobierno central e, incluso, a la Policía y la Guardia Civil.
Por eso el grupo popular en el Congreso de los Diputados ha presentado este jueves una Proposición no de Ley (PNL) con el objetivo de que la Cámara Baja inste al Ejecutivo a "adoptar las medidas necesarias para garantizar de manera inmediata la seguridad ciudadana en Barcelona, mediante colaboración temporal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el Cuerpo de Mossos y Guardia Urbana, mientras no se produzca el necesario refuerzo de los mismos".
En una entrevista en el programa Es La Tarde de Dieter, de esRadio, el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, pedía al consistorio y al Gobierno catalán que se pongan de acuerdo en un plan integral. Bou auguraba "consecuencias" negativas, fundamentalmente en un decrecimiento del turismo.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña, Carlos Carrizosa, calificaba, en una rueda de prensa en la Ciudad Condal, de "vergüenza" que, decía, el Ayuntamiento de Ada Colau y el Gobierno autonómico de Quim Torra se echen mutuamente las culpas del "repunte intolerable de la inseguridad en Barcelona". Al mismo tiempo, aseveraba que Pedro Sánchez no puede escurrir el bulto porque "la seguridad pública es también una competencia del Gobierno de España".
El número dos naranja en Cataluña pedía, igualmente, la convocatoria de la Junta de seguridad autonómica y la local para abordar la situación, que incluye, como también recordaba, hasta tres agresiones sexuales en las últimas semanas en Barcelona.
De la gravedad de la situación da cuenta el hecho de que la embajada de EEUU haya publicado una alerta avisando a sus ciudadanos del incremento de los delitos violentos en Barcelona, junto a Madrid, la ciudad española más conocida en el extranjero. Entre las víctimas de la violencia han estado el embajador de Afganistán, atracado en plena calle, y una alta funcionaria de Corea del Sur, fallecida en junio como consecuencia de una caída cuando le intentaron robar el bolso desde una moto.