El Mundo dice que "Casado rediseña la cúpula del PP a su mediada y sin cuotas". Lo mismo que Ciudadanos, según el editorial. "Renovar la cúpula", lo llama. Si fuera Podemos hablarían de purgas. "Los cambios ejecutados" por Rivera "tienen un doble objetivo: reforzar el no a Sánchez, fortificado a modo de compromiso electoral inquebrantable, y rodearse de fieles para blindar su posición de cara a presiones interna y externas". Ciudadanos, dice "emergió en el mapa político nacional como un partido bisara destinado a decantar gobiernos del PP y del PSOE". Y evitar que dependieran de los nacionalistas, olvida El Mundo. Pero ahora la aspiración de Rivera "no pasa por sostener el bipartidismo, sino por emanciparse como alternativa de Gobierno en virtud de un proyecto ideológico liberal, reformista y nítidamente comprometido con el modelo constitucional", vamos, un PP pequeñito. Además, considera "incomprensible la dimisión de varios dirigentes de Cs que abjuraron del veto a Sánchez después de aprobarlo en el seno de esta formación". Igual que Rivera abjuró de sus principios fundacionales de impedir que los gobiernos dependieran de los nacionalistas y de la regeneración. Visto lo visto, Tadeu dice que "sólo quedan dos vías: o elecciones el 10 de noviembre o que Podemos acceda a entrar en el último arreglo que le ofrezca Sánchez. Salvo que Iglesias tenga más instinto suicidad del que ya tiene, ocurrirá esto último. Y que nadie se equivoque: Sánchez no quiere elecciones". Raúl del Pozo no lo tiene tan claro. "Están todos acojonados. Se levantan por la mañana y dicen: 'Paco, pacto'; y después de comer dicen: 'Elecciones, elecciones'. Ningún partido tiene idea de lo que va a pasar". Pues si no lo saben ellos, apaga y vámonos.
En El País cuenta Carlos Cué que "Iglesias insiste en la coalición pese a la presión interna por la vía portuguesa", pero que las cosas "se van aclarando de cara a un segundo intento en septiembre". Que ahora resulta que el PSOE no quiere elecciones y el gobierno va a ofrecer a Podemos ¡nada menos que apoye un ejecutivo en solitario! ¡Pedazo de ofertón, oye! ¿Cómo no se le ocurrió antes a Sánchez? Iglesias no lo podrá rechazar ¿A qué juega Sánchez? El periódico que dirige Soledad Gallego nos viene hoy con el enésimo manifiesto. "Aún es posible y necesario. Por complicado que sea un acuerdo entre las izquierdas, todavía hay tiempo para constituir un Gobierno progresista. Hace falta que todo el mundo calibre qué puede significar un retorno al poder de una derecha que hoy depende de apoyos de la derecha extrema". ¿Pero no habíamos quedado en que eran la ultraderecha? Como estamos prácticamente en agosto a los abajofirmantes los conocen en su casa a la hora de comer. Víctor Lapuente culpa a Ciudadanos de todo, la última moda en Prisa. "Que Cs no se interese por entrar en una coalición con los socialistas es preocupante". ¡Adiós!, resulta que Sánchez le ha ofrecido a Rivera un gobierno de coalición y nosotros sin enterarnos, creyendo que sólo le había pedido su abstención.
ABC dice que "la fiscalía investigará los homenajes del fin de semana a asesinos etarras". Seguro que se la cargan, ya sabemos lo feroz que es la fiscalía con los homenajes a etarras. Temblando están los nostálgicos del tiro en la nuca. Dice el editorial que incluso el PNV "se sumó ayer al clamor contra los infames homenajes tributados el pasado fin de semana. Ninguna formación política, a excepción de Bildu, quiso quedarse al margen de una denuncia generalizada". Eso sí, "la aparatosidad con que el Gobierno toca a rebato y moviliza al Ministerio Público para que abra una investigación sobre lo sucedido no se compadece con la actitud condescendiente del Ejecutivo de Sánchez hacia quienes se abstienen cuando el PSOE mueve sus fichas y necesita cuadrar su geometría variable". Quien con amigos de asesinos se acuesta...
La Razón nos sorprende con la última idea de Marhuenda."La coalición alternativa: PP y Cs con la abstención del PSOE". ¿Golpe de calor o exceso de cervecitas veraniegas? Dice el editorial que es broma, que solo es "una reflexión, a modo de especulación teórica, si se quiere, para recalcar que el problema no es tanto la fragmentación del panorama político español, sino la incapacidad que está demostrando el candidato socialista para conformar una mayoría suficiente". Eso sí, por si cuela se saca de la manga su propio manifiesto en el que "empresarios y miembros de la sociedad civil apoyan la alternativa Casado para evitar elecciones". Bueno, en fin, con algo hay que entretenerse estos días. José María Marco pone el dedo en la llaga del problema de España. "La aversión radical del socialismo español al centro derecha". Es tal el odio, que llega hasta el punto de "rechazar la oferta de Javier Esparza y pactar un acuerdo con nacionalistas y filoetarras en Navarra". Navarra va a perseguir a Sánchez toda la legislatura. Que cada palo aguante su vela.