Era un señuelo, un globo sonda, una forma de atraer a Podemos a la negociación que parece ser más relevante casi que el propio acuerdo en sí. Y la prueba de que de ello se trata es que el Gobierno ha evitado verbalizar, y por tanto confirmar, la supuesta nueva oferta de que el Ejecutivo se abre ahora a la entrada de Podemos en el Ejecutivo, tal y como ayer adelantó eldiario.es.
Con el mantra de "el Gobierno se abre a todos los escenarios", el Gobierno ha intentado esquivar la cuestión de si esa voluntad es real o sólo una estrategia para llevar a Podemos a su terreno de juego, el de la negociación. En palabras de la vicepresidenta del Gobierno; Carmen Calvo, primero; y de la portavoz, Isabel Celaá después, han esquivado las cuestiones concretas abstrayéndose hacia lo intangible y volviendo a la casilla de salida: "El Gobierno de cooperación, no en el Consejo de Ministros".
Uno de los pocos claros en el amplio terreno oscuro que ofreció Isabel Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y que comenzó con otra pista en forma velada: la crítica al "ego" de Pablo Iglesias. "Aunque la conversación (entre Sánchez e Iglesias) no dio los frutos esperados, Pedro Sánchez seguirá intentándolo, porque esto no es una cuestión de egos u orgullos personales sino una cuestión de Estado".
La consulta de Podemos
Una reproche a Podemos a quien dejó claro que "el candidato al Gobierno tiene razones fundadas para seguir avalando un gobierno de cooperación en la que hay una oferta importantísima desde una perspectiva política" para iniciar una conversación programática y "no sobre los sillones ni los cargos del Consejo de Ministros". Un asunto sobre el que fue especialmente crítica: "Lo que le importa a la ciudadanía española no es tanto el quiénes como el qué, aquí lo que importa es el programa".
Y, por ello, marcó distancias con la consulta de Podemos a la militancia de su partido aunque consideró que "no tiene por qué dinamitar nada" en lo referido a la negociación con el PSOE. "Todos podemos prever cómo podrá ir la respuesta tras la lectura de las preguntas" y se limitó a "respetar" la fórmula utilizada por Podemos de consultara a sus bases.
En este sentido, fuentes de Moncloa consideran que "hay datos esperanzadores" en la consulta de la formación morada porque las preguntas no tienen carga valorativa ni negativa sino que se formulan de forma aséptica y porque "presentan por ello más zonas abiertas que zonas de exclusión" al hablar en términos de "lo razonable".