La reunión de este lunes de la dirigente madrileña de Vox, Rocío Monasterio, con el presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad, ha terminado de tensar la situación en el Partido Popular de la Comunidad de Madrid para lograr un acuerdo que les permita formar gobierno.
En esa cita, Monasterio le ha trasladado al regidor de la Cámara autonómica que no apoyará a ningún candidato a la investidura, es decir, no votará a favor de Isabel Díaz Ayuso. La exigencia para dar su visto bueno sigue siendo que Ciudadanos firme un acuerdo programático a tres bandas antes del pleno de investidura que deberá convocarse como fecha límite el próximo 11 de julio, con o sin candidato.
El ultimátum dura hasta mañana, cuando concluye la ronda de contactos con todos los partidos y el presidente de la Asamblea decide quién es el aspirante a la presidencia de la Comunidad. Es este punto donde nace el temor del PP que ven cómo "la actitud de Vox y Ciudadanos puede llevarnos a un pleno de investidura del candidato socialista Ángel Gabilondo", dado que si Trinidad ve que el del PSOE tiene más apoyos que la popular, tendría que designarle a él.
"En la Asamblea se han visto situaciones inimaginables"
El reglamento de la Asamblea de Madrid establece que para la investidura de un presidente habrá una primera votación en el pleno donde será necesaria la mayoría absoluta. Si no se consiguiera, habría un segunda votación 48 horas después en la que bastaría la mayoría simple de los diputados presentes para investir al presidente.
Fuentes conocedores de las negociaciones apuntan a que "en la Asamblea" se han visto situaciones que no se podían "ni llegar a imaginar" como la del tamayazo, por lo que no descartan ninguna posibilidad.
"No entregaremos los votos a cambio de nada"
Por su parte, desde Vox responsabilizan de la falta de acuerdo a Ciudadanos: "No podemos entregar nuestros votos a cambio de nada", ha asegurado la presidenta del partido en Madrid, Rocío Monasterio. "No estamos aquí para resolver las crisis interna de otros partidos", ha asegurado en tono muy duro contra el partido de Albert Rivera al que ha reprochado querer sus votos al tiempo que tratan a sus votantes como "inferiores", comparando su actitud con la de los "supremacistas separatistas".
"No queremos esperar al 11 de septiembre", ha advertido en cualquier caso Monasterio abriendo la puerta a negociar durante todo el verano si hace falta. Con el PP, ha asegurado, "hay un trato cordial" y ha anunciado que hay un documento "muy avanzado" con ellos que se hará público una vez se firme.
En él, se recogen sobre todos los puntos en los que ambos partidos coinciden, según ha asegurado la líder de Vox en Madrid: bajada impuestos, garantizar la libertad de educación a los padres y combatir la inmigración ilegal. "Hace falta que el PP lidere esta firma del acuerdo a tres y consiga arrastrar a Cs", ha reclamado Monasterio.
"Vox puede exigir lo que quiera"
Desde Ciudadanos, José Manuel Villegas ha insistido este lunes, sin citarla expresamente, en la ya célebre formula andaluza. Es decir, un acuerdo de gobierno de coalición entre el PP y el partido naranja al que Vox, eventualmente, tan sólo podría votar sí en la Asamblea de Vallecas, sin participar en el Ejecutivo regional y sin que lo acordado por los de Abascal con el PP comprometa para nada a los de Rivera.
"Vox tendrá que decidir si bloquea esa situación, si bloquea ese acuerdo, si impide ese gobierno o si no" afirmaba el número dos de Ciudadanos en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Ejecutivo permanente de su partido. Villegas precisaba, no obstante, que "hay una previa que aún no está, y es que Ciudadanos y el PP nos pongamos de acuerdo" tanto en un documento programático común como en una "estructura" para el futuro Gobierno Ayuso-Aguado. "Eso no está aún encima de la mesa y por tanto no le podemos pedir a los demás grupos que se sumen a un acuerdo que aún no existe" admitía el secretario general de Ciudadanos.
El líder del partido en Madrid, Ignacio Aguado, aseguraba de hecho que "hablarán y negociarán solamente con el Partido Popular", marcando distancias con Vox a pesar de la reunión que mantuvo con Rocío Monasterio para lograr un acuerdo sobre la presidencia de la Asamblea. "Vox puede exigir lo que quiera", insistía para rematar que "si llegan a un acuerdo será con el PP y sólo con el PP".