Si el pasado martes Mariano Rajoy volvía a ponerse delante de los focos en el homenaje de los cuatro expresidentes del Gobierno al Rey por sus cinco años de reinado, este jueves se ha metido en harina política en un foro en Tenerife.
Rajoy, que participaba en el "Foro Premium del Atlántico", ha asegurado que "no sería bueno" que en España se repitieran elecciones generales y, por ello, ha pedido un "esfuerzo" para que se cierre "pronto" un Gobierno estable y con apoyo de 176 diputados. Según ha añadido, un acuerdo PSOE-Cs daría una "sólida mayoría".
El expresidente del Gobierno ha destacado que le corresponde a Pedro Sánchez "tomar la iniciativa" como ganador de las elecciones, recordando que en 2015 propuso, por ejemplo, la creación de una 'gran coalición' PP-PSOE que no prosperó. Dicho esto, ha señalado que "sea cual sea la fórmula", se debe conformar un Ejecutivo "lo más moderado y centrado posible" y basado en la "prudencia y disciplina fiscal", controlando el déficit público, bajando la deuda y sin subir impuestos.
Sin los separatistas
Rajoy ha comentado que "hay opciones", dejando claro que a Sánchez, con Podemos, "no le llega" y no sería una "buena decisión" apoyarse en los partidos independentistas, de ahí que crea que lo mejor es cerrar un acuerdo para cuatro años con aportaciones de todos y donde se explique a los ciudadanos los asuntos que no se podrán acometer fruto de las negociaciones.
"Estamos en tiempo", ha indicado Rajoy, que ha advertido de que "una cosa es superar la investidura y otra poder gobernar". En esa línea, ha admitido que "lo ideal" es cerrar una investidura con 176 diputados y un programa de gobierno que "de tranquilidad y pueda gobernar".
El expresidente del Gobierno ha asegurado que una fórmula pasaría por algún acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, que daría una "sólida mayoría" al futuro Ejecutivo, pero ha admitido que parece "poco probable".
En la charla Rajoy ha hablado también de su vida fuera tras dejar la presidencia: "Se puede vivir muy bien fuera de la política, la política es muy dura", ha comentado. "Por las mañanas estoy en mi despacho. He montado una oficina de expresidente del Gobierno. Veo a mucha gente, hablo con mucha gente, doy mi opinión con la prudencia necesaria... y he descubierto que hay una cosa que se llama fines de semana", ha resumido.
Aquella tarde de copas…
El expresidente también ha comentado las horas que pasó en un restaurante del centro de Madrid mientras en el Congreso seguía el debate de la moción de censura: "No pasó nada en esas horas, hay mucha leyenda urbana en relación a eso", ha dicho.
Rajoy ha justificado su ausencia del hemiciclo diciendo que él ya había defendido sus posiciones en el pleno del Congreso "cuando tocaba" y los censurantes habían dado sus razones, así que Rajoy se fue al restaurante con sus colaboradores y charlaron "de lo divino y de lo humano".
"No fue un acontecimiento político, fue más personal", aclaró el popular, y entonces le preguntaron si estando allí recibió alguna llamada importante, la del Rey, por ejemplo. El expresidente del Gobierno ha asegurado que nadie le llamó pero ha ofrecido una explicación de lo más inesperada: "Parece una broma pero no lo es, no había cobertura". Al parecer nadie le ha preguntado cómo pudo pasar tantas horas en un lugar sin cobertura en un momento de tal importancia política.