Agentes de la Policía Nacional están desarrollando durante la jornada de este martes una importante operación policial contra la financiación de células yihadistas en nuestro país. Hasta el momento se han producido un total de diez detenciones en Madrid capital y las cercanas localidades de Algete y Torrelodones. También se están llevando a cabo un importante número de registros tanto en las viviendas de los arrestados como en diferentes locales de estos municipios.
Fuentes policiales han explicado a Libertad Digital que todos los detenidos hasta este momento son de nacionalidad siria, aunque después de algunos años de residencia en nuestro país hasta nueve de ellos habían conseguido obtener la nacionalidad española. De los arrestados, ocho son hombres y dos son mujeres. Y algunos de ellos, según han confirmado las mismas fuentes, ya han cumplido penas de prisión en nuestro país por delitos relacionados con el terrorismo islamista.
La denominada operación Wamor, que está siendo dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, dirigido por el magistrado Manuel García Castellón, está sirviendo para desarticular una red de financiación yihadista que habría enviado una importante cantidad de dinero a países de Oriente Medio, especialmente Siria, y África, con el objetivo de que los terroristas que acudieron a combatir a estos países puedan regresar a sus zonas de origen.
Una vez derrocado en Siria e Irak el califato del terror que había impuesto Estado Islámico en buena parte de estos países, la organización terrorista pidió a los combatientes que se habían desplazado desde otros países, los denominados foreign fighters, que regresaran hasta sus zonas de origen para perpetrar allí atentados terroristas. Un hecho que supone un importante riesgo para la seguridad nacional de estos países originarios.
Los investigadores creen que los ahora detenidos recolectaban el dinero en Europa a través de la denominada hawala, un sistema y envío de dinero y préstamos muy usado en la cultura musulmana y basado exclusivamente en la confianza entre personas. De este modo, podría aprovisionar fondos y enviarlos de un sitio a otro fuera del sistema bancario y de supervisión formal, lo que hacía muy complicada su detección para las autoridades.