Celestino Corbacho tenía que elegir destino tras el divorcio político de sus actuales padres, Manuel Valls y Ciudadanos, confirmado este lunes. Y ha tomado partido por Albert Rivera, aunque logrando una posición de privilegio. El antiguo dirigente del PSC, con el que ostentó la alcaldía de Hospitalet, la presidencia de la Diputación de Barcelona y el ministerio de Trabajo en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, seguirá como concejal independiente en Barcelona, pero adscrito al grupo de Ciudadanos separado de Valls, que contará así con cuatro miembros.
Corbacho conversaba este martes primero con Valls y horas después, por la tarde, con el presidente del Grupo de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, con el que confirmaba su incorporación. Una decisión que supone un alivio en la difícil situación que la fracasada operación Valls ha supuesto para el primer partido de la oposición en Cataluña.
Corbacho votó a favor de la proclamación de Ada Colau el pasado sábado, como Valls y el otro miembro independiente de la lista, mientras los tres concejales con los que ahora formará grupo se abstuvieron. Sin el voto de ese concejal, Colau pierde la mayoría absoluta para futuras votaciones, un hecho al que el propio Corbacho se refería en declaraciones a Radio Televisión Española, dejando claro que la votación del pasado sábado no fue "para un programa de Gobierno" sino "en una coyuntura y en un programa concreto".
La "disciplina" de un independiente
El propio Carrizosa, poco antes de la conversación en el que se sellaba el acuerdo, justificaba esta decisión, contraria a la doctrina de Ciudadanos, que considera que Colau es tan independentista como el candidato de ERC, Ernest Maragall. "Nosotros veíamos normal que él, en aquel momento, pudiese optar por aquello que el jefe de su grupo le señalaba" afirmaba Carrizosa, recordando que Corbacho no estaba sujeto a la "disciplina de partido" de Ciudadanos.
El respaldo de Ciudadanos podría permitirle regresar a la Diputación de Barcelona, en la que el partido naranja tiene cuatro asientos reservados. Corbacho, uno de los célebres "capitanes" del PSC, terminó abandonando la disciplina de los socialistas catalanes en enero de 2018 al no sentirse reconocido, tras cuarenta años de militancia. Afincado en Cataluña desde la adolescencia, Corbacho nació hace setenta años en un pueblo de Badajoz.
Desde que se supo que formaría parte de la lista de Valls para Barcelona, Rivera presumió de él como uno de sus fichajes procedentes de los viejos partidos, como la también socialista Soraya Rodríguez o el expopular José Ramón Bauzá, hoy eurodiputados de Ciudadanos.