Durante más de tres horas y media estuvieron encerrados este martes en un despacho del Palacio de Cibeles el nuevo alcalde, José Luis Martínez-Almeida y el vicesecretario del PP, Javier Maroto, con los portavoces de Vox en el Ayuntamiento y el Congreso de los Diputados, Javier Ortega Smith e Iván Espinosa de los Monteros. Son las únicas negociaciones que a día de hoy se mantienen vivas en Madrid entre ambas formaciones. Pero salieron de la reunión sin acuerdo.
"Hoy hemos tenido un primer contacto con Vox y lo único que puedo decir es que están en curso esas negociaciones, que están avanzando, pero que todavía no podemos informar del contenido de las mismas porque sería absolutamente aventurado hacerlo en este momento", dijo Almeida a los medios a la salida del encuentro, si bien reconoció que el marco de negociación establecido es "razonable, sensato y que es un buen principio" para comenzar a hablar.
La clave del asunto está en el documento que firmaron in extremis las direcciones de ambos partidos: tan sólo seis horas antes de la sesión de investidura que haría al popular alcalde de la capital. Los de Santiago Abascal aseguran que en dicho papel se puso negro sobre blanco que su partido tendría una participación en ese gobierno de coalición de acuerdo con el porcentaje que le correspondiera, según el número de concejales que tiene en esa coalición de gobierno pactada. Así lo aseguró en esRadio, pocas horas antes de la reunión, el propio Ortega Smith. "Decía claramente: participación en el Gobierno a través de concejalías de gobierno y demás direcciones y entes municipales".
Por contra, los de Pablo Casado sostienen que esto no es así. El pacto que se firmó no era algo específico para el Consistorio capitalino sino que era un acuerdo global. Teodoro García Egea mantiene que Vox representa una "voz importante, decisiva, pero no mayoritaria". Insiste en que el reparto de concejalías iba a regirse por criterios de proporcionalidad y los verdes tienen 4 ediles frente a los 15 de los populares y los 11 de los naranjas, recuerda García Egea.
Más específica fue la vicesecretaria de Política Social del PP. Cuca Gamarra reconoció en una entrevista en TVE que en el acuerdo con Vox sí que figuran concejalías pero sin especificar y lo que hay ahora que precisar es "cuáles y cómo".
Pacto secreto
Pero ese documento no se ha hecho público. Ninguno de los dos partidos quiere mostrarlo. Según Ortega Smith esto es así porque en él existe una cláusula en la que se acuerda "discreción" por las dos partes. No obstante, advirtió de que si les ponen en la tesitura de que "no es verdad" lo que están diciendo, lo publicarán. Del mismo modo se expresó su candidata a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio: "Enseñarán" el documento en caso de que Almeida no cumpla con él. De momento, no lo han hecho. Tampoco dieron explicaciones a los medios a la salida de la reunión con el nuevo regidor. Ortega Smith y Espinosa de los Monteros se escabulleron del Consistorio sin realizar declaraciones.
De aquí en adelante tienen 20 días para encajar las piezas de un puzzle que parece imposible. Y es que el problema de fondo para los populares es que no saben cómo encajar a Vox en el Ejecutivo municipal sin incumplir con Ciudadanos. La vicealcaldesa, Begoña Villacís, recordó en la rueda de prensa que ofreció junto al alcalde este lunes que el acuerdo suscrito por Cs está "blindado" para garantizar un Gobierno en la capital conformado únicamente por su partido y por el PP. Cualquier cambio en el Ejecutivo tendrá que tener su consentimiento y los centristas se niegan en redondo a que entren los de Abascal.
Mientras, la incertidumbre y la presión en la Comunidad de Madrid aumenta. El 11 de julio es la fecha límite para la convocatoria del Pleno de investidura.