El Gobierno de Pedro Sánchez tiene la voluntad certera de caminar con el independentismo en esta legislatura en la que, casi con toda seguridad, el pacto de Pedralbes será rescatado y nuevamente abordado por el Ejecutivo. Así lo revela el documento interno al que ha tenido acceso Libertad Digital. Un argumentario partidista que ha enviado el Palacio de la Moncloa a las embajadas y consulados de todo el mundo en el que se fija en "el diálogo con Cataluña", la "prioridad de esta nueva etapa".
Un escrito titulado "Democracia y modernidad. Coordinación con Embajadas. Estrategia de comunicación para causa especial en el Tribunal Supremo. Argumentario actualizado tras las elecciones generales 2019", en el que se hacen valoraciones de política interna y partidista: se habla de Pedro Sánchez, presidente en funciones, como "el presidente socialdemócrata" y se saca pecho del hito histórico de colocar a "dos socialistas catalanes", Meritxell Batet y Manuel Cruz, al frente de Congreso y Senado "por primera vez en la historia democrática".
Un texto elaborado por Moncloa y Justicia para el Servicio Exterior al que ha tenido acceso este periódico, que ha podido consultar a algunos de sus destinatarios. Según estas fuentes, se trata de "la primera vez que desde Moncloa se utiliza" este tipo de argumentarios que supuestamente deben utilizar los diplomáticos frente a autoridades internacionales y opinion-makers extranjeros. Algo "improcedente" e incluso "de dudosa legalidad" y que, según las fuentes consultadas, pone de relieve que el gabinete de Pedro sánchez, dirigido por Iván Redondo, "considera la administración como un apéndice, no ya del Gobierno, sino del partido en el poder, desconociendo completamente los deberes constitucionales de imparcialidad y neutralidad a los que los funcionarios públicos debemos sujetarnos".
Según consta en el documento que obra en poder de LD en exclusiva, el Gobierno se explaya con la cuestión independentista de la que dice haberse beneficiado la nueva formación política de Vox: "Un partido de extrema derecha que ha mejorado sus resultados electorales en toda España (en las elecciones generales, cosechó aproximadamente un 10% de los votos, se convirtió en la quinta fuerza política), en respuesta, en buena medida, al proyecto de ruptura del nacionalismo catalán.
Y, a partir de ahí, introduce un relato introductorio, y casi preparatorio, de un nuevo acuerdo con el secesionismo en la nueva legislatura. El escrito oficial –que se cuida de no incluir membrete de Moncloa por tratarse de un argumentario político–, recuerda que "el socialdemócrata Pedro Sánchez ha hecho lo imposible por dialogar con el Gobierno de Torra, con nuevos enfoques y la oferta de un referéndum legal amparado por la Constitución (a diferencia de la independencia), para dotarse de un mayor autogobierno. Y ofreció unos presupuestos con mayores inversiones en Cataluña".
Pese a todo, "el pasado mes de febrero", con la votación de los Presupuestos Generales del Estado" los secesionistas reaccionaron sumándose a los partidos conservadores españoles para intentar hacer caer el Gobierno de Sánchez". También añade el recordatorio, como si se tratara del listado del debe, de la segunda afrenta de los independentistas cuando rechazaron la presidencia de Miquel Iceta, el primer secretario del PSC, para la presidencia del Senado en un intento por "dar mayor relevancia a esta cámara territorial y al diálogo sobre Cataluña, pero los secesionistas vetaron también esta propuesta".
Como conclusión, el documento concluye con un apartado bajo el título: "La política española se adentra en una nueva etapa: el diálogo es la máxima prioridad en Cataluña". Y en este apartado, la pluma gubernamental pone el acento en que "las dos cámaras de las Cortes Generales están presididas ahora por dos socialistas catalanes por primera vez en la historia democrática española".
Pero lo más relevante es el final, referido a las prioridades de futuro. El texto reza que "Pedro Sánchez está volcado en la búsqueda de soluciones en el marco de la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Cataluña, al tiempo que se afana con nuestros socios europeos por revitalizar la UE frente a aquellas fuerzas nacional-populistas que intentan socavarla". Sobre el diálogo, concluye el último párrafo, "debe empezar primero en Cataluña, a nivel interno" después de que los secesionistas "reconozcan la legitimidad política de la otra mitad de esta autonomía y volver al marco legal que redundaría en el interés colectivo de Cataluña". Cartas boca arriba de cara a la negociación que está a punto de comenzar y que tiene en este documento exclusivo su punto de partida.