La alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, trata de rematar la operación para revalidar el cargo con una especie de encuesta entre sus simpatizantes, que deberán elegir entre dos opciones: un acuerdo entre "Barcelona en Común" y el PSC con Ada Colau de alcaldesa o un acuerdo con ERC que daría la vara de mando al candidato republicano, Ernest Maragall. La consulta es el trámite con el que Colau pretende dar validez a su apuesta por renovar en el cargo con el sustento de los socialistas, operación para el que es necesario el concurso de Valls y al menos otros dos ediles del grupo del exprimer ministro de Francia y Ciudadanos.
Colau ya negocia con los socialistas un nuevo cartapacio municipal tras constatar que ERC y Maragall no renuncian a la alcaldía y se muestran reacios a formar parte de un tripartito con el PSC, partido que tampoco quiere saber nada de su exdirigente y la formación republicana. La candidata podemita quiere dar una pátina de sustento partidista a la opción que siempre ha estado sobre la mesa en primer lugar, su renovación, bien con un tripartito ya imposible o con el pacto de gobierno con los socialistas encabezados en Barcelona por Jaume Collboni, que a cambio de su apoyo podría optar a la presidencia de la Diputación de Barcelona.
Apoyo no buscado
Los simpatizantes de Colau tienen hasta el viernes por la tarde para responder a la encuesta y todo apunta a que optarán por un acuerdo con los socialistas que permita a su líder ocupar la alcaldía otros cuatro años. En cuanto al apoyo de Manuel Valls, Colau ha insistido en que "es una situación inesperada y no querida", pero no se plantea rechazar unos votos que, alega, no han ido a buscar.
Dos días después de las elecciones municipales, Valls anunció su intención de apoyar a Colau para evitar un gobierno de ERC, a pesar de las reticencias de Ciudadanos, que preferían que el pacto diera la alcaldía a Jaume Collboni. Sea como fuere, Valls dispone de su propio voto, el del exministro socialista Celestino Corbacho y el de la exdirigente de Unió Democràtica Eva Parera, ambos al margen de la disciplina de la formación naranja. Con esos tres votos, los diez de la formación podemita barcelonesa y los ocho del PSC, la opción Colau-socialistas suma los 21 votos necesarios para la mayoría absoluta.
En Tarragona y Lérida, los podemitas sí que pactarán con ERC para arrebatar las alcaldías de esas ciudades al PSC.