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Raúl del Pozo se deshace con Valls: "El genio del gabacho ha liberado, él solo, Barcelona del separatismo"

Entramos en la semana definitiva del intercambio de cromos para conformar comunidades y ayuntamientos.

El Mundo dice que "Cs levanta el veto a Vox para abordar el gobierno de Madrid". El editorial, sin embargo, habla de Barcelona y pide a Colau que se desmarque del independentismo, "ya que hoy por hoy de la alcaldesa en funciones no cabe sino desconfiar con gran pesimismo. Basta recordar que, a pesar de lo mucho que repite que no es independentista cuando tiene que pedir el voto, en la legislatura pasada no dudó en expulsar a los socialistas del equipo municipal por la entrada en vigor del 155. Colau tiene que demostrar que su elección significaría algo distinto de la de ERC". Parece ser que a Valls le faltan algunos datos sobre Colau. No es el único, también Raúl del Pozo tiene problemas de memoria con los actos de Colau. "El genio del gabacho Manuel Valls ha liberado, él solo, la Ciudad Condal del separatismo, e insólitamente, Albert Rivera no aprueba la hazaña. A veces parece que el líder de Ciudadanos pretende que el Gobierno de la nación caiga en manos de los separatistas para confirmar que hay partidos que pueden mezclarse con los enemigos de la Constitución. Para evitarlo, Rivera tendría que practicar el consenso y la abstención o formar un gobierno de centro izquierda con Sánchez, pero lo que quiere es destruir al PP y es posible que lo consiga". Más bien parece que Rivera quiere destruir a Ciudadanos y eso sí que es posible que lo consiga.

El País dice que "Cs y Vox se reúnen por primera vez en Madrid entre las críticas de Valls". Valls está obsesionado con el problema de la ultraderecha en Francia y otros países europeos sin percatarse de que en España el peligro está en la extrema izquierda bolivariana. Juan Luis Cebrián no se da por vencido. "Un pacto nacional PSOE-Ciudadanos, para el gobierno del Estado y el de las autonomías y municipios, reconstruiría la confianza en nuestro parlamentarismo y mejoraría el juicio sobre nuestros políticos". Cebrián no quiere nada con el PP, del que dice que tiene "tentaciones ultramontanas". Ciudadanos "parecía destinado a construir lo que en cierta medida ya es: una formación liberal demócrata, laica y progresista, alejada del nacionalcatolicismo de la derecha española y contraria al estatismo económico de la izquierda. Su deriva reciente le ha llevado sin embargo a aceptar sin ambages formar parte del bloque de la derecha, incluso de la más fanática, y soñar ingenuamente con liderarlo". "Los partidos fieles a la Constitución, y deseosos de reformarla, están obligados a establecer sin género de dudas un cordón sanitario con quienes a derecha o izquierda aspiran solo a destruirla o a suplantarla. Apenas nadie, como no sea Manuel Valls, parece haberse percatado todavía de ello". Vaya, ahora resulta que Colau no es la izquierda podemita sino un ejemplo de moderación y centrismo.

ABC: "Ciudadanos levanta el veto a Vox: Aguado se reúne con Monasterio en una cita secreta". Pues para ser secreta se ha enterado todo el gato. Sorprendentemente, Isabel San Sebastián apoya el no es no de Rivera a Sánchez y lo excusa en que "Ciudadanos no se fía de Sánchez". Ciudadanos "no perdona los tejemanejes de Sánchez con el separatismo traidor y votará no a su investidura". Claro, y la mejor manera de evitar que eso se repita es empujarle a los brazos de separatistas y comunistas. "Ciudadanos no se fía y hace bien en no fiarse. Por eso no se abstendrá en la investidura, sino que votará no. No a la posibilidad de que Sánchez utilice su respaldo para entregar nuevas parcelas de soberanía nacional, no a que el relativista por excelencia se sirva momentáneamente de ellos para luego cambiar de pareja, de discurso y de política". ¿Eso no es ponerse la venda antes de la herida? "Ciudadanos votará no en cumplimiento de la palabra que dieron a sus electores". Ya, también nos vendieron el rollo de la emergencia nacional, de que estaba en riesgo la unidad de España y tal y pascual y ahora prefieren, por mero interés partidista y personalista de Rivera, que Sánchez se apoye en los que se supone que quieren romper España pudiendo evitarlo. Nos han engañado como a chinos.

La Razón también cuenta que "Cs levanta el veto y se reúne con Vox en Madrid". No dice que fue en secreto, menos mal. A Marhuenda le ha sentado como un tiro la jugada de Cs en la capital. "Hasta la fecha el partido naranja ha estado preso de un absurdo tacticismo y una pueril arrogancia que le ha hecho pretender que Villacís, con la tercera lista más votada, sea alcaldesa de Madrid. Si se mantiene ese discurso del veto, no habrá forma de articular las mayorías alternativas de la izquierda que los votantes decidieron en comunidades y consistorios". Bueno, eso no depende de Cs, depende de Vox. Fernando Rayón nos anima el día. "Los pactos, afortunadamente, también tienen fecha de caducidad, y para el próximo sábado deberán tener acuerdos cerrados si unos y otros no quieren quedarse sin nada". Cinco días, solo cinco días de marear la perdiz.

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