El dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, manifestó en una comida celebrada en junio de 2009 que el entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, era "amigo" y que, por el contrario, el magistrado Fernando Grande-Marlaska fue "un cabrón". Elosua falleció en enero de 2014 antes de ser juzgado como responsable del aparato de extorsión de ETA.
LD y esRadio y han tenido acceso a la declaración secreta de un testigo protegido que almorzó en un restaurante con el dueño del bar Faisán. Grande-Marlaska dirigió la denominada operación Urogallo en la que Joseba Elosua fue detenido en junio de 2006 junto a otras 12 personas. Dicho operativo iba a efectuarse un mes antes, pero un chivatazo policial, que dio lugar al conocido caso Faisán, frustró la operación y posibilitó la destrucción de pruebas y la huida de algunos de los terroristas.
Varios sumarios de la Audiencia Nacional recogen las actas de negociación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con los etarras. En algunas de dichas actas, se hace referencia al chivatazo policial del caso Faisán y al malestar de los terroristas tras la operación Urogallo dirigida por Grande-Marlaska.
El testigo protegido declaró en primer lugar en febrero de 2011 ante la Dirección General de la Policía y Guardia Civil que durante la citada comida con el dueño del bar Faisán "pudo oír cómo Joseba Elosua manifestó que unos txakurras (apelativo que empleaba ETA para llamar a los policías y que significa 'perros' en euskera) me avisaron que Marlaska venía por mí".
Escuchó de su boca que "le habían tenido preso unos 7 meses en el sur de España y que Marlaska 'era un cabrón'". También que "'la maquinaria estaba engrasada y que todo estaba planeado y luego vino este cabrón de Marlaska y lo jodió todo", en referencia a la operación policial Urogallo que dirigió el magistrado y que se saldó con 13 arrestados.
Según el testigo, Elosua afirmó que "cuando Garzón cogió el tema" (la investigación), era "amigo" y que esta afirmación la repitió "en varias ocasiones". Recordamos que Grande-Marlaska sustituyó a Garzón en el Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional mientras éste disfrutaba de un permiso de estudios en Estados Unidos. Al volver del permiso, Garzón retomó la investigación hasta que fue suspendido y sustituido por el juez Pablo Ruz.
El testigo protegido señaló que durante la comida, Elosua "estuvo hablando de que el dinero que recaudaba en España 'la organización' (ETA), lo llevaba a Francia". Recordó "los años en que estuvo llevando a cabo labores de contrabando en la frontera con Francia" y que "en esos años había color" (ganaba mucho dinero), ya que "le dejaban trabajar y tenía a funcionarios comprados para poder contrabandear". También se refirió al expresidente del Gobierno, José María Aznar, asegurando que "era un cabrón" y que les hizo mucho daño.
Un mes después, en marzo de 2011, dicho testigo ratificaba su declaración policial en sede judicial ante el magistrado Pablo Ruz y añadía algunos detalles más. Aseguraba que en el almuerzo el dueño del bar Faisán gritó "Gora ETA militarra" (Viva ETA Militar) varias veces y desvelaba que tres meses antes de la comida aludida, en marzo de 2009, se había reunido en nombre de ETA con los enviados de José Luis Rodríguez Zapatero en Burgos.
Ante el juez Ruz, el testigo protegido aseguró a su vez que Elosua manifestó que "Marlaska les jodió la marrana" y que "se quedó más tranquilo cuando llegó Garzón, ya que era 'amigo', circunstancia que recalcó varias veces". Sobre Aznar, el declarante recordaba al juez que el dueño del Faisán señaló que "con Aznar les dieron más 'caña' y que se le había jodido el tema del trapicheo y del color (dinero) en la frontera".
Elosua fue puesto en libertad por su estado de salud
Fernando Grande-Marlaska ordenó el ingreso en prisión del dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, el 24 de junio de 2006. Meses más tarde, en febrero de 2007, Baltasar Garzón decretaba la libertad provisional del supuesto responsable del aparato de extorisión etarra por su precario estado de salud.
Garzón acordó la medida tras conocer los informes de dos forenses que acudieron a la prisión de Martutene (San Sebastián) para explorar a Elosua, que sufría un cáncer de próstata complicado con una dolencia cardíaca, razón por la que había sufrido tres episodios sincopales en la cárcel, con pérdida de conocimiento y caída al suelo. Finalmente, Elosua fallecía 7 años después, en 2014, con 78 años años de edad.
En abril de 2015, la Audiencia Nacional condenó sólo a dos acusados de la red extorsión de ETA desmantelada en el bar Faisán. Los magistrados aludieron en la sentencia al fallecimiento de Elosua y de personas de su entorno, y a la "filtración" el día en el que un operativo policial esperaba localizar el dinero procedente de las extorsiones, ya que "nada pudo encontrarse en los registros".