Órdago a la grande o, más bien, farol superlativo. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, calentó este lunes la previa de la ronda de consultas de Pedro Sánchez este martes en el Congreso. En rueda de prensa en Ferraz tras la Ejecutiva, el número tres del partido dio un paso más a la estrategia de presión a las principales fuerzas políticas en quienes fija ahora su mirada: "La alternativa a una investidura viable es la repetición de elecciones porque, de no haber un gobierno socialista, habría que obligar a que los españoles vuelvan a votar. Y las urnas tienen memoria. Los ciudadanos no perdonarán a quien ponga en solfa la viabilidad de la legislatura".
Amenaza en toda regla que supone doblar la presión a las tres fuerzas políticas que este martes se verán con Pedro Sánchez: PP, Ciudadanos y Podemos. De ellas "depende la gobernabilidad" dejó claro Ábalos que, en un segundo farol, aseguró que "la gobernabilidad no puede descansar sobre dos diputados UPN. No dependerá de Navarra" habida cuenta de que el PNV asegura que no apoyará si el PSOE deja la Comunidad Foral en manos de Navarra Suma en un intercambio de cromos a nivel nacional.
"Ganamos dos diputados pero perdemos seis por el otro lado. No tiene mucho sentido, ¿no?", dijo el número tres del PSOE a preguntas de Libertad Digital en contra de lo que comentan en privado fuentes socialistas: que el rechazo del PNV es otra estrategia de presión que no se cumplirá porque pondría en riesgo el propio gobierno vasco y las diputaciones forales que dependen de un pacto PNV/PSE.
Una táctica negociadora que pretende, de un lado, rebajar las expectativas de Podemos y su petición de un Gobierno de coalición, absolutamente descartado por los socialistas: "Concita más aceptación un Gobierno en solitario del PSOE que participando de otras experiencias". Una máxima de quienes son conocedores de que Podemos "no se expondrá al suicidio político de unas nuevas elecciones cuando acaba de perder otro millón de votos".
Y, en el espacio de las derechas, conseguir la abstención de PP y Ciudadanos, bajo la premisa de la estabilidad y el patriotismo que tanto Pablo Casado como Albert Rivera dicen abanderar. "Habrá que ver qué partidos están dispuestos a dar una patada al tablero de la estabilidad" y arrojar al país nuevamente al "caos" donde "extremismos, populismos y tendencias rupturistas encuentran su razón de ser".
En este sentido, Ábalos recordó la convulsión interna que sacudió al PSOE cuando se vieron forzados a abstenerse a la investidura de Mariano Rajoy en 2016 en aras de la estabilidad política: "Yo mismo me abstuve. Algunos hemos hecho ese ejercicio", recordó el responsable de Organización del partido que pulsó entonces la luz amarilla de la abstención y que pide a PP devolver ahora el favor: "No se pueden poner reglas sólo cuando uno se beneficia porque parecen que quiere decir que sólo juegan cuando ganan y, cuando pierden, se llevan la pelota".