
La Policía Nacional está de estreno. Acaba de recibir los nuevos vehículos patrulla del futuro, los denominados iZ (Z es el término con el que se conoce los coches de seguridad ciudadana). De momento han recibido diez unidades, pero llegarán más. En los próximos meses el número tendrá que llegar hasta 162, el total de los pedidos mediante un sistema de renting que permitirá la renovación cada cuatro años.
El nuevo sistema está montado sobre vehículos híbridos inteligentes Toyota Prius+ a los que se ha dotado de avanzadas tecnologías de comunicación y grabación de imágenes. Podrán interoperar entre ellos, con otros cuerpos policiales y con las bases de datos de la Policía Nacional, lo que les convertirá en auténticas oficinas móviles, teniendo capacidad para realizar trámites que hasta ahora sólo podían hacer en puestos fijos. Un ejemplo: el reconocimiento in situ de huellas dactilares.
Llevan incorporados en su interior dos cámaras de grabación, una en la parte delantera y otra en la trasera, que irá grabando en tiempo real, y con las que podrán hacer un reconocimiento automático de matrículas de vehículos –hasta 400 matrículas al minuto–. Además, incorporan un sistema de comunicación que permite el envío y recepción en tiempo real de mensajes, fotografías y vídeos entre los vehículos y las comisarías.
Todo el sistema de captación de imágenes y sonido de los iZ está diseñado para garantizar la cadena custodia, admitiéndose como prueba en el caso de ser necesario, y proteger los derechos y las libertades de los ciudadanos y de los propios agentes de Policía. Funcionan eficazmente en entornos de baja iluminación e, incluso, de noche.
La consola central del vehículo dispone de una pantalla táctil de 10 pulgadas que permite el control de todas sus funciones adicionales. Los agentes podrán realizar consultas de información manuales –mediante la propia pantalla táctil o a través de un teclado externo– o automáticas –mediante los lectores de documentos o de huellas–. Desde ahí podrán visualizar también las grabaciones realizadas por las cámaras y las recibidas desde otros vehículos o la central.
También cuenta con cámara en el habitáculo de detenidos que permite la visualización y grabación de imágenes de forma automática, al detectar presencia física en ese lugar, o a requerimiento del agente. Además el habitáculo para detenidos cumple toda la legislación actual relativa a Derechos Humanos.