Los resultados del pasado domingo, en los que el Partido Popular mantuvo la Comunidad de Madrid y consiguió el Ayuntamiento, no han calmado las aguas en la formación de Pablo Casado. Ni en público ni en privado.
Este lunes por la mañana, a su llegada al Comité Ejecutivo Nacional del partido, barones como el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, o el líder de los populares gallegos, Alberto Núnez Feijóo, presumían de que la "vuelta al centro" ha sido "clave para estos resultados".
Ya una vez dentro de la reunión, los barones recibieron entre aplausos a los vencedores del 26 de mayo, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida. Tras una detallada intervención del secretario general del partido, Teodoro García Egea, en la que analizó los resultados electorales, Pablo Casado realizó un aplaudido discurso. Pero las cosas no fueron tan bien para el presidente del PP en el almuerzo que tuvo lugar minutos después.
La comparecencia no gustó
Tras la reunión, Casado ofreció una rueda de prensa mientras los barones le esperaban en otra sala para almorzar al tiempo que veían la comparecencia. A los dirigentes del PP no afines a Pablo Casado no les gustaron palabras de su líder en las que ponía en duda la versión que ellos mismos habían dado por la mañana en la puerta de Génova en la que aseguraban que el "giro al centro" había sido clave para obtener unos buenos resultados.
"Niego la mayor. No ha habido tal giro al centro", dijo un Casado que pidió dejar de hablar de "dinámicas internas y giros inexistentes".
Un almuerzo tenso
Al finalizar esa rueda de prensa, la comida de Pablo Casado con sus barones no fue un camino de rosas. El gallego Alberto Núñez Feijóo le recriminó que "si habían mejorado cuatro puntos en un mes, era por algo", mientras que el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla expresó que no fue acertada la intervención de Casado el último día de campaña de las generales en esRadio en la que dijo que permitiría la entrada de Vox en el Gobierno.
Lo que tampoco convenció a muchos barones fue la idea de que Cayetana Álvarez de Toledo esté en la quiniela de posibles portavoces en el Congreso de los Diputados al tener un "perfil duro". Los barones no afines a Casado "le dijeron que es un puesto estratégico que debe ocuparlo un perfil de centro".