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El 'Kichi' se la juega en Cádiz: incumplimientos, contradicciones, condenas y Pablo Iglesias están en su contra

El PSOE podría arrebatar la Alcaldía al Kichi y PP, Cs y Vox no sumarían para gobernar.

El PSOE podría arrebatar la Alcaldía al Kichi y PP, Cs y Vox no sumarían para gobernar.
José María González 'Kichi' | EFE

José María González, alias Kichi, es alcalde de Cádiz desde que el PSOE le entregara el bastón de mando en 2015. Fue el PP el que ganó las elecciones, pero el PSOE gaditano, dirigido por el sanchista Fran González, decidió echar a la popular Teófila Martínez, una de las alcaldesas más famosas y votadas de España durante más de una década. Con un 35% de abstención, Kichi sacó 18.277 votos, 4.000 menos que el PP, pero 8.000 más que el PSOE.

En las elecciones andaluzas de ese mismo año, Podemos y sus marcas habían quedado ya los primeros de la clase, superando incluso al PSOE en las elecciones preferidas por el régimen imperante. En las generales del mismo año, el PP había ganado por poco a un Podemos que le arrebataba al PSOE el papel protagonista en la izquierda gaditana.

En 2016, se volvieron a celebrar elecciones generales y Podemos tuvo un ligero descenso, ganando el PP y acercándosele el PSOE. Pero desde entonces las constantes del voto 'gadita' comenzaron a no serlo tanto.

En las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018, Kichi obtuvo una victoria importante bajo las siglas de la coalición Adelante Andalucía, que incluía, como es sabido, a la vieja Izquierda Unida. Pero el segundo partido no fue el PP ni el PSOE sino Ciudadanos, que quedó a 6.000 votos de la formación izquierdista y por encima del PP y del PSOE. Algo empezaba a moverse.

Pero es que en las pasadas elecciones generales del pasado abril, quien ganó las elecciones en la Tacita de Plata fue otra vez el PSOE con Fran González a la cabeza, seguido de una coalición extremista de izquierdas liderada por Podemos. Ciudadanos seguía ascendiendo en el escalafón y el PP recuperaba parte de sus apoyos a pesar de los 6.000 nuevos votos de Vox. Esto es, de repetirse un resultado así en las municipales, el alcalde podemita se vería obligado a ceder el sillón de primer edil al PSOE y a Pedro Sánchez, que es quien influye en mayor medida en el PSOE local.

Ya se sabe que las elecciones municipales son diferentes, muy especialmente en Cádiz, donde la persona del alcalde o alcaldesa es fundamental. Y en este caso, es más que notable que la figura de Kichi, el compañero de la máxima dirigente de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, va a ser el componente fundamental de la decisión de los gaditanos.

Célebre por sus desplantes institucionales -lo de la bandera republicana el 14 de abril-, y por los escraches teledirigidos contra su antecesora Teófila Martínez, José María González ha tenido que vivir lo que es que le interrumpan un pleno, le acusen incluso de haber dejado morir a gente en la calle por incumplir su plan contra la infravivienda y haber sufrido condenas por diferentes motivos.

La más reciente es la que ha recibido su compañera sentimental, Teresa Rodríguez, por haber llamado considerado "asesino" de Salvador Puig Antich, a José Utrera Molina, ex ministro de Franco y suegro de Alberto Ruiz Gallardón. Ahora, tiene que pagar 5.000 euros a los hijos del ya fallecido y notorio franquista. No ha sido Kichi, pero le toca demasiado cerca.

No es la primera condena. El propio PSOE de Cádiz tuvo que denunciar a dos correligionarios del alcalde por amenazar a su portavoz, Fran González. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desestimó los recursos de los 'kichistas' Manuel Alexis González y Manuel Jesús Fuentes Armario y ratificó su condena por un delito de amenazas graves a las penas de un año de prisión con inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.

Luego el propio alcalde tuvo otra condena, esta vez por haber calumniado al PP de Cádiz, acusándolo, nada menos, que de haber permitido, a sabiendas que los vecinos del barrio de Loreto en Cádiz bebieran agua contaminada. La historia es fétida porque el autor del informe falso sobre el agua insalubre esgrimido por Kichi contra el PP era el líder de la manada violadora de Villalba, uno de los contratados a dedo por el alcalde.

Las contradicciones de Kichi han sido numerosas. Dos destacan de entre todas ellas. Una, su papelón en la crisis de los astilleros gaditanos cuando apoyó activamente la construcción de cinco corbetas de guerra para Arabia Saudí por razones electorales sin consideración moral ni ideológica alguna. Hasta Jordi Évole le afeó en una entrevista que su presuntuoso pacifismo fuera de salón y Pablo Iglesias dijo comprenderlo, pero se puso en su contra.

La otra es la inconsecuente combinación de Iglesia y poder político municipal que siempre había criticado. De hecho, Kichi concedió la medalla de oro de Cádiz a la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad porque electoralmente era peligroso enfrentarse a las 6.000 firmas que lo proponían. Pero Kichi tuvo que pagar un alto precio porque la asociación Europa Laica lo llevó a los tribunales por esta decisión, aunque perdió.

Finalmente citemos la contradicción respecto al derecho a interrumpir los plenos municipales, un derecho que Podemos se arrogaba cuando la alcaldesa era la popular Teófila Martínez pero que no le gusta nada ahora que el alcalde es él. Es más, ha ordenado a la Policía Municipal el desalojo de algunos reventadores de sus plenos por considerar, ahora, que no se puede atentar sin más contra la soberanía ciudadana de Cádiz.

Numerosos incumplimientos electorales

En cuanto a los incumplimientos, los más clamorosos y sentidos por los gaditanos han sido los del empleo y los de la vivienda. En empleo ha sido incapaz de derrotar el destino de los gaditanos para los que el paro, como le dijo uno de sus parados al New York Times, es una cosa más de la vida, como el amor y la muerte.

Viviendas municipales sólo ha entregado siete en cuatro años, destaca El Mundo. En un acto preelectoral, Kichi dijo que con un 0,5% del presupuesto municipal, alrededor de tres millones de euros, podría erradicarse el problema de la infravivienda en Cádiz en sólo cuatro años. Aquello fue un talón de Aquiles que se le ha echado en cara en diversos plenos. En uno de ellos, incluso se le acusó de ser responsable de varias muertes en la calle.

En cuanto a sus promesas de empleo, sonada fue la escena de los "garbanzos duros" que protagonizó una vecina en un pleno de Cádiz diciéndole al alcalde que eso es lo que iban a comer los gaditanos pobres esas Navidades.

Respecto a los desahucios, Kichi tampoco salió muy bien parado cuando se supo que su Ayuntamiento era el responsable de la orden de desahucio de los 25 okupas que se habían hecho fuertes en la Casa de Cádiz en Barcelona.

Sobre los presupuestos, sólo ha logrado que se le apruebe uno en cuatro años. Y, colmo de los colmos, Kichi ha mantenido el sistema de ayudas sociales de Teófila Martínez, que no debió ser tan malo.

Eso sí, es un tío simpático y carnavalero. Ha municipalizado el servicio de limpieza de playas, donde crecen las quejas y ha dado a las bicicletas su sitio en el paseo marítimo. Otra cosa a su favor, por lo visto, es que con Pablo Iglesias no come erizos. A las tradicionales colisiones entre el 'Coletas' y su compañera Teresa, se han unido otros desencuentros.

El último, en esta misma campaña electoral. Kichi, recuerden, criticó, como Teresa Rodríguez, el numerito desmoralizador del casoplón de Galapagar poniendo su pisito de Cádiz como ejemplo. Ahora, Pablo Iglesias no va a Cádiz a defender su alcaldía. Si es por enemistad personal o porque le resulta electoralmente tóxico a Kichi, ya se sabrá.

Las elecciones de Cádiz son importantes para Podemos en Andalucía, dirigido por la corriente hostil a Pablo Iglesias, los anticapitalistas, y para el PSOE de Pedro Sánchez que podría gobernar una capital que no sería controlada por Susana Díaz. Igualmente serán importantes para el bloque del centro derecha dado el ascenso de Ciudadanos y Vox y la recuperación, aunque leve, del PP.

De momento, si se extrapola el resultado de las últimas elecciones celebradas, Kichi perdería la alcaldía en favor del PSOE. Juntos suman 39.000 votos, pero de ellos 21.000 son votos socialistas y sólo 18.000 votos podemitas. Pero Pedro Sánchez no le cederá el mando si el ganador de las elecciones es Fran González, su hombre en la capital.

Por su parte, el centro derecha está lejos de poder gobernar la ciudad con tales datos. De hecho, apenas superan los 30.000 votos entre los tres implicados, Ciudadanos, PP y Vox, lo que les deja muy lejos del Gobierno.

Pero en estas elecciones gaditanas, la personalidad de los candidatos va a ser decisiva. Y en eso confía Kichi, que ha ideado una campaña a la americana, como ha informado Diario de Cádiz, inspirada en la congresista demócrata Ocasio Cortez, pero con base en el carnaval y el fútbol. Ya ven. Incluso en su propaganda electoral se usará el mote de Kichi.

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