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El Congreso pospone la decisión sobre la suspensión de los presos golpistas

Fuentes parlamentarias adelantaron a LD la intención de Batet de convocar este miércoles a la Mesa sin abordar aún la cuestión.

La suspensión de la condición de parlamentarios de los cinco presos golpistas no será ni mucho menos inminente. Fuentes parlamentarias adelantaron a Libertad Digital que la nueva presidenta, Meritxell Batet, no convocará este martes a la Mesa del Congreso que tendrá que tomar la pertinente decisión. Según fuentes parlamentarias, el objetivo es posponer la decisión hasta después de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo 26 de mayo. Un guiño al sector separatista catalán que tendrá que investir a Pedro Sánchez en segunda vuelta en el mes de julio.

Un aplazamiento que confirmó posteriormente la propia Batet en comparecencia al término de la sesión del Congreso en la que explicó que la primera reunión de la Mesa, aún sin convocar, será para cuestiones "logísticas y organizativas" pero no abordará en principio la cuestión de los presos. "No hay prisa", dicen fuentes parlamentarias a tenor de que todavía no hay siquiera hora concreta para el despacho que ha de mantener la nueva presidenta del Congreso con el rey Felipe VI en Zarzuela.

Las citadas fuentes no obvian el hecho de que esta falta de urgencia pretenda transmitir también al secesionismo el mensaje de que no es prioritario adoptar la suspensión de las condición de diputados de los cinco presos golpistas. Dicho de otra manera: un guiño consistente en proyectar la idea de que no es urgente aplicar la doctrina del Tribunal Supremo, pese a que es el órgano rector de la cámara baja quien ha de decidir.

Otras fuentes parlamentarias informan a LD de que será después del 26-M cuando se trate La decisión del órgano colegiado en el Parlamento si bien la intención es demorarlo al máximo a través de la solicitud de un informe jurídico a los letrados de la cámara baja. Como pronto, "la decisión verá la luz dentro de una semana". Sea como fuere, la forma no restará contundencia al fondo que, según estas fuentes, será la suspensión de condición de parlamentarios a los cinco presos golpistas que este martes han tomado posesión de sus actas y juramento de sus cargos en Congreso y Senado.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, apuntó en esa dirección esta misma mañana en los pasillos del Congreso al asegurar que "la suspensión de los políticos presos es obvia en el reglamento del Congreso". La número dos del Ejecutivo argumentó que "la prisión preventiva les imposibilita ejercer su cargo".

En sentido contrario se pronunció el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien defendió que "todos los diputados que estamos aquí porque nos han votado los ciudadanos deberíamos poder ejercer con libertad nuestra función parlamentaria. Ése es mi criterio político: deberían poder ejercer su labor independientemente de que todos tengamos que cumplir la Ley y que la Mesa del Congreso se tenga que atener al criterio del Supremo o de los letrados de la cámara".

Según fuentes jurídicas consultadas por esRadio y LD, el Supremo sólo contempla que el Congreso y el Senado suspendan a los golpistas electos porque lo dice la Ley. De hecho, el Alto Tribunal no les autorizaría a asistir a los plenos para votar y las Cortes tendrían que organizar sistemas telemáticos de votación.

¿Renunciarán al escaño?

Si la Mesa de Congreso y Senado decide suspenderles como diputados, Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Josep Rull, Jordi Turull y Raul Romeva, deberán decidir si renuncian a su escaño o si, por el contrario, lo mantienen vacío. Esta segunda opción perjudicaría principalmente al grupo parlamentario del fugado Carles Puigdemont (JxCAT) puesto que vería más reducida aún su presencia en el Congreso, pasaría de los 7 a los 4 diputados.

En JxCAT avisan de que esperarán a que se pronuncie la Mesa para tomar una decisión, pero en ERC la renuncia del escaño de Oriol Junqueras se da por hecho ya que pretende conservar el acta que pueda conseguir el próximo domingo en Bruselas. Si los tres diputados presos de JxCAT –Turull, Rull y Sánchez–deciden mantener su acta pese a que pierden la potestad de voto, esta decisión beneficiaría automáticamente a la investidura de Pedro Sánchez en segunda vuelta al necesitar menos votos afirmativos.

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