Rivera asegura que nombrar a Batet es "la prueba del algodón" de que Sánchez gobernará con los separatistas

"Lo tienen hecho". Es, posiblemente, la frase más repetida por Albert Rivera desde que se celebraron las elecciones generales el pasado 28 de abril. Una sentencia que argumenta que Pedro Sánchez gobernará con Podemos y los separatistas y que el líder naranja repetía de nuevo este sábado en Estella (Navarra), donde protagonizaba un mitin junto a la número dos a las elecciones europeas, Maite Pagazaurtundúa, y Carlos Pérez Nievas, el número tres de la candidatura de Navarra Suma, la coalición de Unión del Pueblo Navarro (UPN), el PP y Ciudadanos.

Para Rivera, la semana que viene, con la constitución del Congreso y del Senado, cuyas presidencias recaerán, respectivamente, en Meritxell Batet y Manuel Cruz, ambos diputados del PSC, se escenificará la "prueba del algodón" de que las cosas son como dice y de que Sánchez es "el escogido" por los independentistas catalanes y vascos, como Arnaldo Otegi, quien "dijo que le iba a prestar un millón de votos".

Para Rivera, es "muy sencillo" porque, frente al "paripé" que estarían haciendo PSOE y Podemos, la votación de los órganos de gobierno de las cámaras legislativas será concluyente. "Si hay una mayoría de Podemos y Sánchez en la Mesa, pues querrá decir que va a haber un Gobierno de Sánchez con iglesias" aseveraba.

Además, Rivera considera que la elección de Batet y Cruz evidencia hasta qué punto el PSC ha "engullido" al PSOE. Particularmente duro se mostraba con la aún ministra de Política Territorial en funciones, quien se convertirá, argumentaba, en la primera presidenta del Congreso en haber defendido un "referéndum de independencia para Cataluña" como el que pretenden los independentistas. "Las dos cámaras van a ser presididas por un partido nacionalista" ya que, afirmaba, el PSC "actúa como los nacionalistas, habla como los nacionalistas y pide pactos como los nacionalistas".

"Los navarros no son moneda de cambio"

A Rivera le precedía en el uso de la palabra Pagazaurtundúa, quien lamentaba que las Fuerzas de Seguridad tuviesen que desplegarse para que actos como el que tenía lugar se puedan celebrar en Navarra o el País Vasco. Varios efectivos de la Guardia Civil vigilaban el exterior del Hotel Tximista, aunque en esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido en otoño en Alsasua y en la campaña de las generales en Rentería, no se producía el acoso de los jóvenes batasunos, seguramente por el hecho de que el acto no tuviera lugar, esta vez, en la calle.

Tranquilidad en Estella, primer acto político de Rivera en Navarra después del que protagonizó en Alsasua en otoño, recibiendo entonces el acoso del mundo batasuno. La Guardia Civil vigila las inmediaciones del Hotel Tximista, donde tiene lugar el evento. @libertaddigital pic.twitter.com/tFTJUSQNDV

— Mariano Alonso (@mariano_alonsof) May 18, 2019

Sin embargo, un grupo de una decena de personas, con el acto ya terminado hacía varios minutos, aparecía por las inmediaciones del lugar con trajes de fumigadores y arrojaban lejía mientras mostraban una pancarta en la que se podía leer la palabra peligro en inglés y "son contagiosos, brigada de desinfección antifascista".

Los batasunos "desinfectan" con lejía en Estella el suelo que hemos pisado los demócratas de @CiudadanosCs. Lo que jamás podrán desinfectar es su odio. Que lo tengan claro: voy a seguir defendiendo la libertad por toda España #NoNosCallarán #CsPorLaLibertad pic.twitter.com/dorzqcwhu0

— Albert Rivera (@Albert_Rivera) May 18, 2019

Rivera defendía el acuerdo con Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el PP (al que no llegaba a citar) en la coalición Navarra Suma, en la que pedía "concentrar el voto" apelando incluso a votantes socialistas, para demostrarle a Sánchez que "los navarros no son moneda de cambio para sus pactos con los nacionalistas".

El líder naranja se atrevía a señalar las elecciones forales como la cita "donde más nos jugamos en toda España" el próximo 26 de mayo. "Aquí es donde vais a decidir si continúan cuatro años más los nacionalistas que quieren anexionar Navarra al País Vasco" decía, o "si convertimos en un paréntesis negativo este Gobierno [el presidido por Uxue Barkos] y volvemos a un Gobierno constitucionalista, moderado, liberal, europeista y, por supuesto, español" concluía.