Las previsiones socialistas son halagüeñas pero no hay lugar para la relajación y el exceso de confianza. Tras una campaña centrada con éxito en la hipermovilización del votante progresista, el PSOE emprende la carrera a unas segundas dando por descontando el bajón en la participación que unas elecciones europeas sufre respecto a unas generales, y más teniendo en cuenta el histórico 75% de participación que se registró el pasado 28 de abril.
Partiendo de esa premisa, la consigna en Ferraz 70 es la de minimizar al máximo esa brecha, reducir la distancia activando al votante y multiplicando las intervenciones y actos de campaña de los candidatos empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, a diferencia del 28-A, cuenta ahora con dos actos diarios sin vacíos ni huecos en su agenda.
Con la misma estrategia basada en el eje 'renovación versus retroceso', los cálculos que hacen en Ferraz es que mantendrán sus seis principales feudos: Extremadura, Castilla La Mancha, Asturias, Aragón y Baleares, al igual que han hecho en la Comunidad Valenciana de Ximo Puig tras su jugada de adelantar los comicios y hacerlos coincidir de las generales. Aunque fuentes socialistas creen que el resto de barones no se beneficiarán tanto del pico extraordinario de movilización que permitió la estrategia del voto de miedo a Vox, sí les permite ser optimistas la situación de ventaja que les confieren sus sondeos internos y los pronósticos del CIS.
Mantienen sus 6 feudos
En base a ellos, las fuentes consultadas por Libertad Digital aseguran que reforzarán su posición en Asturias al conseguir hasta cuatro escaños más que en 2015, lo cual supone que "la mayoría de la izquierda está asegurada" para un gobierno del candidato socialista Adrián Barbón. Pronostican además que FAC, el partido de Francisco Álvarez Cascos "se desfonda y desaparece". Aseguran tener también garantías de gobierno en Extremadura, donde Guillermo Fernández Vara "mantendría holgadamente el Gobierno de la Junta"; en Aragón, donde Javier Lambán "volverá a ser la primera fuerza" y mantendrá su poder en el Ejecutivo; en Castilla-La Mancha, territorio en el que Emiliano García-Page "también mejoraría resultados y se encontraría cerca de poder revalidar su mandato"; y Baleares, en donde el PSIB-PSOE mejora resultados y ganaría las elecciones "con una mayoría suficiente para repetir el gobierno de Francina Armengol".
Suman 3 más: Madrid, Navarra y Canarias
En otra carpeta están las potenciales victorias de otras tres comunidades autónomas que el PSOE aspira a anexionar a su mapa rojo de poder territorial: la Comunidad de Madrid, Navarra y Canarias. La primera y más simbólica para los socialistas será la victoria de Ángel Gabilondo que asegura que será "la fuerza más votada y que ganará las elecciones con posibilidades de gobernar después de 24 años del PP, liderando el proceso de cambio". Es por ello que el presidente Pedro Sánchez se vuelca en Madrid. Este mismo lunes participaba en un paseo por las calles de Vallecas junto a los dos candidatos que son al tiempo sus apuestas más personales, Gabilondo y Pepu Hernández.
Son también optimistas respecto a gobernar en Canarias y Navarra con una victoria "contundente e histórica" de los socialistas que incluso vaticinan que "podría lograrse una mayoría absoluta de izquierdas que excluyera a Coalición Canaria del gobierno autonómico".
La resistencia: CyL, Murcia y Cantabria
En el resto de comunidades, el PSOE también mejora resultados pero no consigue hacerse con una mayoría suficiente para gobernar. En un tradicional feudo popular como Castilla y León se quedan, según sus previsiones, a muy poco: "El gobierno está muy disputado", dicen y apuntan a que "la izquierda estaría en máximos históricos (48% de voto)". Aunque no parece probable que el candidato, Luis Tundanca, se haga con la victoria no descartan del todo una alianza con Ciudadanos y/o Podemos pero son escépticos.
Una mejora histórica también se produciría en Murcia, donde "la situación es particularmente interesante" porque el PSOE ganaría por primera vez las elecciones desde 1991 pero sin opciones de gobernar gracias a un pacto de las derechas. En el capítulo de los territorios en disputa también sitúan La Rioja, con un posible sorpasso del PSOE al Gobierno al PP como primera fuerza; también mejora resultados en Cantabria.
Reconquistar las grandes ciudades
Mención aparte merecen las ciudades en cuyo estudio concienzudo se han afanado los socialistas. En Ferraz son conscientes de que el objetivo es recuperar los llamados 'ayuntamientos del cambio' que se perdieron hace cuatros años en 2015 con la llegada de Podemos al panorama político. La peores perspectivas de voto de la formación liderada por Pablo Iglesias está permitiendo a Pedro Sánchez recuperar gran parte de ese voto perdido y reconquistar las grandes ciudades españolas.
En este sentido, pronostican una mejora considerable de los resultados en las grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza, con especial mención a esta última. Dan por hecho que Zaragoza tendrá como alcaldesa a la socialista Pilar Alegría, cuya mejora de resultados le permitirá recoger el bastón de mando de Podemos. Esto explica que Pedro Sánchez haya acompañado a su candidata en uno de sus primeros mítines de campaña este lunes en la capital aragonesa.
Buenas perspectivas tienen en Barcelona donde el PSOE pone el acento en que "los constitucionalistas barceloneses quieren un Gobierno del PSC" como a su juicio reflejó el CIS de la semana pasada: "No hay un avance claro del bloque independentista y Valls no consigue hacer despegar a Ciudadanos". Son optimistas también en Sevilla donde "el PSOE se consolida en la capital andaluza" con la mejora de Juan Espadas hasta colocarle en "una posición privilegiada".
Y algo menos confiados están en Valencia y Madrid, donde sólo aspiran a ser determinantes gracias a un pacto de gobierno pero no a ganar los comicios en el municipio. En el caso de Valencia, hablan de una mejora del PSOE que "refuerza su posición para revalidar una alcaldía progresista" en la persona de Joan Ribó, de Compromís, con el apoyo de PSPV-PSOE y Valencia en Comú; y en el caso de Madrid, se refieren a que Pepu Hernández "sería clave para garantizar un gobierno progresista en la ciudad de Madrid", previsiblemente liderado por la actual regidora, Manuela Carmena. El premio de consolación es conformarse con que la estimación del CIS hace "imposible un gobierno de derechas en la capital".