Día de ‘vuelta al cole’ para el nuevo grupo parlamentario de Ciudadanos. Los cincuenta y siete diputados naranjas salidos de las elecciones del pasado 28 de abril celebraban este lunes su primera reunión conjunta. Esta vez en una de las salas más grandes del Congreso, la Ernest Lluch, signo del crecimiento exponencial experimentado por los naranjas, con un 80% menos de escaños la pasada legislatura.
Allí Albert Rivera, acompañado en la mesa presidencial únicamente por su número dos en el partido, José Manuel Villegas, se dirigía a los suyos subrayando el "honor" de representar a los españoles: "Los que habéis llegado nuevos, disfrutadlo. La vida son etapas, y esta es una etapa maravillosa que os va a tocar vivir, que vais a poder contar y, sobre todo, que vais a poder hacer muchas cosas. Aquí se sirve a los españoles".
Entre los nuevos parlamentarios que escuchaban sus palabras destacaba Inés Arrimadas, quien luego era ubicada para la foto de familia, junto a los leones de la puerta principal, a la izquierda de Rivera, mientras que Villegas se situaba a su derecha. Nadie duda que la diputada por Barcelona será la nueva portavoz, en sustitución de Juan Carlos Girauta. A puerta cerrada, en esa reunión de grupo, se confirmaba que el diputado por Madrid, Miguel Gutiérrez, seguirá como secretario general, encargado por tanto de la gestión cotidiana del grupo.
Veteranos y noveles
Primero habrá que esperar a la constitución de la nueva Mesa, que tendrá que ser elegida la semana que viene, y en la que Ciudadanos aspira a mantener sus dos representantes, pero resignado a perder la vicepresidencia primera que ostentaba Ignacio Prendes. Luego, ese órgano de gobierno decidirá el organigrama de cada grupo. Los de Rivera creen que tendrán una dirección de grupo más amplia, con más portavoces adjuntos. Podría ser un destino para Girauta, pero también para otros pesos pesados, aunque en esa denominación cada vez entran más nombres: Edmundo Bal, Marcos de Quinto, Toni Roldán, Melisa Rodríguez, Fernando de Páramo, Fran Hervías o José María Espejo, síntesis de los veteranos y noveles que integrarán el tercer grupo del Parlamento español.
Fuentes de Ciudadanos confían también en presidir cuatro o cinco comisiones, frente a las dos que tenían, lo que posibilita también el reparto de juego entre los notables del vestuario. Un aspecto, este último, que la cúpula naranja no ve como un problema, sino como todo lo contrario. "Bendito problema" se suele obtener por respuesta cuando se plantea la dificultad de integrar a personalidades políticas consolidadas en un mismo grupo.
Vigilancia, bajada de impuestos y familias
Al margen de la alineación, Rivera trazaba la táctica a seguir al dictado del resultado salido de las urnas. Un mandato de los españoles que, a su juicio, encarga a la oposición vigilar a Pedro Sánchez, cuyo pacto de Gobierno con Pablo Iglesias sigue dando por hecho, para que "no haya indultos, en vez de sentencias firmes que se cumplen; que no haya referéndums en función de lo que se le ocurre al PSC, en vez de soberanía nacional e igualdad entre españoles. Hay que vigilar muy de cerca las líneas de la Constitución porque el señor Sánchez y sus socios, a la que puedan, van a intentar pisotearlas" alertaba.
Al mismo tiempo, reivindicaba un "salvavidas naranja" fiscal a los españoles ante los "impuestazos" de Sánchez e Iglesias, que se podrían combatir, considera Rivera, mediante la bajada de impuestos en los tramos autonómicos. En síntesis: "Ir a votar para compensar la subida de impuestos que ya ha anunciado Sánchez".
Por otro lado, la primera proposición de Ley de Ciudadanos será sobre familias, en la línea con las propuestas del programa electoral naranja, que pide equiparar a las parejas de hecho con los matrimonios y ensanchar el concepto de familia numerosa a quienes tengan dos hijos o a las familias monoparentales con uno. "Da igual que sea una familia monoparental, que sea en una familia con custodia compartida, da igual que sea una familia de padres separados, una familia LGTBI, una familia que adopta hijos, una familia que no tiene hijos y quiere tenerlos" enumeraba Rivera para defender su concepto de familia, un aspecto en el que ya en la campaña de las generales trató de marcar un discurso propio distinto al de PP y VOX en el bloque del centroderecha.