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Un mosso da la razón a la Guardia Civil sobre el 20-S: "Ni con el séptimo de caballería entrábamos en la consejería"

El intendente de los Mossos había sido propuesto por la defensa, pero se ha convertido con su testimonio en un testigo de la acusación.

Turno de los testigos de la defensa en el tribunal del 1-O | EFE

Un intendente de los Mossos d'Esquadra ha dado la razón a la Guardia Civil sobre el asalto a a la Consejería de Economía el 20-S durante el juicio del 1-O: "Ni con el séptimo de caballería entrábamos a la Consejería", afirmaba el agente que negaba el ambiente "festivo" de los congregados.

El intendente de los Mossos había sido propuesto por la defensa, pero se ha convertido con su testimonio en un testigo de la acusación: "Me desplazo a la consejería y me dicen que una serie de voluntarios de ANC y Ómnium Cultural montarían un cordón que nos permitiría avanzar con la cápsula de seguridad hasta la Consejería. Lo primero que me encuentro es que el cordón no está montado sino que hay miles de personas concentradas, y lo que hago es avanzar entre los ciudadanos".

"Hay lanzamiento de botellas y objetos, la presión de los ciudadanos hace que el cordón venza, y el grabador recibe el impacto de una botella. Le dije a mi superior que el cordón no me había permitido avanzar", recordaba el intendente. "Ni que venga el séptimo de Caballería entramos en la consejería, mi miedo era que si intervenía la avalancha que podía haber causado... Mi voluntad era sacar a la letrada y a los compañeros de la Guardia Civil cuanto antes, el mal sabor de boca es que no pude sacar a los compañeros antes", afirmaba rotundo.

"Todos los miles de personas, añadía, "estaban quietas con tal densidad que no se podían ni mover, desaconsejé el uso de la defensa porque corríamos el riesgo de provocar una avalancha que hubiera provocado un mal mayor del que quería evitar".

El mosso también ha hecho referencia a la actitud prepotente del entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez: "Sobre las 21:15 estamos bloqueados. Aparecen los señores Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y el señor Lluís Llach. La actitud de Sànchez fue altiva, prepotente y complicada. Me exigió que nos largáramos. Ahí le dije que sí o sí iba a llegar a la Consejería y me dice que va a llamar al presidente y al consejero y que me iba a largar. El señor Sànchez hace una llamada y yo le dije a mi compañero que lo grabara todo. Le oí decir algo así como 'Trapero ha perdido la cabeza, saca la brimo de aquí'. Me dice que en breve Trapero recibirá una llamada, y nos iremos. Le dije: 'Puede llamar al papa de Roma que si no recibo una llamada de mi cadena de mando, yo no me muevo'".

El intendente de Mossos afirmaba que después de un rato, volvió a hablar con Sànchez, y que en ese momento el líder de la ANC ya estuvo mucho menos prepotente, y mucho más colaborativo.

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