El prófugo Carles Puigdemont ya ha pedido una nueva autorización para viajar a Canadá, pero deberá ampliar la información sobre su situación procesal a las autoridades del país norteamericano, por lo que no está claro que pueda atender la invitación de la sociedad Saint-Jean-Baptiste de Montreal para pronunciar una conferencia sobre el referéndum ilegal de 2017.
De lo que no cabe duda es de que ha sido víctima de lo que las autoridades canadienses consideran una estafa, los servicios de una empresa catalana de "consultores de inmigración" que afirma asesorar en los trámites para poder viajar a Canadá. El expresidente Puigdemont utilizó la web de esta empresa para solicitar el visado, en vez de la página oficial del Gobierno canadiense.
El diario La Presse desvela que Puigdemont pagó 93 dólares canadienses (62 euros) en la página canadianeta-visa.com, de la sociedad barcelonesa "Electronic Travel Service" cuando el trámite cuesta 7 (4,6 euros) si se realiza en la página oficial.
El citado medio apunta a que Puigdemont pudo caer en la trampa porque la página que utilizó es muy parecida a la oficial, lleva la bandera canadiense, la etiqueta "Bienvenido a Canadá" y la leyenda "Servicio de Autorización de Viaje de Canadá". No obstante, también deja claro la citada empresa que "somos una agencia no afiliada con el sitio web del gobierno canadiense" y que "también puede enviar su solicitud de autorización a través del sitio web oficial a un costo menor, que no incluye nuestra ayuda y asistencia".
Ni ayuda ni asistencia
Sin embargo, la ayuda y asistencia prometida no fueron precisamente las que se podrían esperar de la tarifa. Tramitada la solicitud, los servicios de inmigración canadienses informaron primero positivamente, pero después decidieron suspender, no revocar, la visa a la espera de más datos sobre la situación procesal de Puigdemont, Sin embargo, los "consultores de inmigración" catalanes enviaron un correo electrónico al expresidente catalán en el que daban por revocado el permiso y no le informaban de que Canadá había pedido más detalles.
El sainete provocó una discusión interna entre los independentistas de Quebec y el Gobierno de Trudeau, que se vio obligado a decir que ni el suyo ni el de Ejecutivo de Sánchez habían operado en contra del viaje de Puigdemont. No obstante, la entidad que ha invitado a Puigdemont considera que una "mano negra" boicoteó el viaje al solicitar más información al prófugo, una petición que la "agencia de viajes" que utilizó Puigdemont no le trasladó. Según la prensa canadiense hay decenas de empresas que se dedican a intermediar los trámites con unas tarifas consideradas abusivas.