A pesar de defender públicamente que 24 escaños es un buen resultado, en Vox la expectativa era mucho mayor por lo que el partido analiza esta semana posibles errores. Su irrupción en el Congreso de los Diputados ha sido mucho más discreta que la de otros partidos como Podemos, a pesar de que sus mítines eran los más multitudinarios. De hecho, desde la dirección del partido admiten que las imágenes de esos actos, con más de 6.000 personas reunidas, han podido generar miedo en la izquierda y movilizar a su electorado.
La escasa exposición mediática de los dirigentes del partido, reacios a conceder entrevistas, dar ruedas de prensa, hacer declaraciones o hablar en privado con la prensa, habría perjudicado también sus expectativas, según empiezan a admitir en el partido. Al igual que el resto de formaciones, Vox analiza esta semana los resultados del 28-A y uno de los asuntos a tratar será precisamente este, según ha podido saber Libertad Digital.
En la recta final de la campaña, de hecho, tuvieron que hacer frente a varias polémicas por la exclusión de periodistas de sus canales de comunicación o de los actos convocados, además de los abucheos de algunos simpatizantes a los trabajadores de medios críticos con la formación. Algo que ya han empezado a cambiar este mismo lunes de resaca electoral.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha concedido dos entrevistas en una misma mañana a Telecinco y Antena 3, algo inusual durante la campaña y en las semanas previas a las elecciones. El mismo día, su secretario general, Javier Ortega Smith, está en TVE y el vicesecretario de relaciones internacionales, Iván Espinosa de los Monteros, en esRadio. Abascal admitía en ambas televisiones que "han minusvalorado la capacidad de los medios para conformar la opinión pública" y pensaron que "las redes sociales bastaban para llegar a todos los españoles y no ha sido así".
Matizaba sin embargo que esa reflexión no afectará a su discurso que, advertía, no van a cambiar un ápice. Tampoco influirá en su crítica a los medios, que "redoblaran" en el caso de los directivos, segun la dirección de Vox, aunque valorando si hacerlo con más apariciones públicas.
También Espinosa de los Monteros aseguraba en esRadio que "el problema de no estar en ningún medio genera que la gente desconozca al candidato, al programa, y se quede con la caricatura del personaje".
Al margen de su exclusión de los debates políticos, con una audiencia potencial de 9 millones de espectadores, en el partido también analizan si la batalla mediática que el propio Abascal centraba en su último día de campaña en Colón en "los directivos de los medios" y no en sus trabajadores, les ha perjudicado.
Priorizar los canales de comunicación destinados al público más joven para difundir su mensaje, cuando en muchos casos sus usuarios ni siquiera tienen edad para votar, habría también podido perjudicar su resultado final al no acceder a la mayoría del electorado que no utiliza las redes sociales para informarse.