Una serie de recomendaciones dirigidas al electorado independentista emitidas por la cuenta en Twitter de Philmore A. Mellows es uno de los textos más compartidos en las últimas horas a través de las redes sociales. En dicha cuenta se dan consejos a los independentistas imprescindibles para distinguir entre unas elecciones con garantías y un referéndum separatista.
Para acabar, muy importante: el recuento es posterior a la votación. No puede ser previo. Es decir, lo ideal sería que el recuento coincidiese con el número de papeletas en las urnas.
— Philmore A. Mellows (@PhilAMellows) April 27, 2019
La guía-hilo arranca en tono cordial:
"A ver, un pequeño recordatorio, en vísperas electorales, para los amigos independentistas . Es sencillo, pero hay que estar atento".
A continuación, siete puntos con consideraciones y claves para ejercer el derecho al voto y que a la vez marcan las diferencias entre el 1-O y unas elecciones democráticas, según el usuario Philmore A. Mellows:
- Hay que llevar DNI; en estas elecciones lo piden. Importante: se vota una vez. Una.
- Las urnas se dejan en el centro de votación. Ni se traen de casa ni se las lleva uno en el coche. Ojo con esto.
- Si ves algún mosso puedes felicitarle, pero siempre de manera natural y cordial. No es imprescindible abrazarte a ellos llorando o haciéndote fotos.
- Si hay algún Policía Nacional o Guardia Civil cerca, nada de desmayarse repentinamente si os saludan o de empujar a ancianos y niños teléfono en mano. Está para velar por la seguridad de todos. Naturalidad. Se les saluda y punto.
- Tema niños: no votan. En estas no. 18 años mínimo. Es tentador el selfi con el nene de 6 años introduciendo la papeleta, pero no. Evitemos estas situaciones.
- Otra cosa que me preguntan: observadores internacionales. No. En este caso no es necesario pagar a nadie para validar actos ilegales Atentos con esto porque siempre puede haber quien se quiera aprovechar.
- Para acabar, muy importante: el recuento es posterior a la votación. No puede ser previo. Es decir, lo ideal sería que el recuento coincidiese con el número de papeletas en las urnas.
El "mandato del 1-O" es una de las invocaciones recurrentes del separatismo. A pesar de que ni los observadores contratados por la Generalidad dan validez alguna al simulacro de referéndum, el discurso de los partidos independentistas se sustenta en la supuesta autenticidad de los resultados del 1-O y en que habrían ido a votar más de dos millones de personas.