El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa refleja este viernes una de las mayores derrotas de Margarita Robles desde que llegase al departamento el pasado mes de junio. Tal vez la mayor. Se trata, ni más ni menos, que la aprobación de un destino de alta responsabilidad para el vicealmirante de la Armada Alfonso Gómez Fernández de Córdoba, al que la ministra purgó el pasado mes de septiembre por causas que nunca ha explicado.
La orden 430/06360/19 oficializa su nombramiento como "ACT DCOS Joint Force Development", lo que podría traducirse como segundo oficial del Mando de Desarrollo de Fuerzas Conjuntas, una estructura de la OTAN cuyo objetivo es liderar la trasformación militar de las fuerzas y capacidades aliadas, y que tiene como punta de lanza la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN. El puesto está en el Cuartel de Transformación de la Alianza en Norfolk (Estados Unidos).
El nuevo destino llega un mes después de que el Tribunal Supremo anulase el paso a la reserva por decreto del vicealmirante, aprobado por el Consejo de Ministros a principios de septiembre, y que es una medida excepcional con sólo dos precedentes: el del teniente general José Mena por criticar el proyecto de Estatuto de Cataluña en 2006 –revocado por el Tribunal Constitucional– y el del teniente general José Antonio Beltrán, responsable de la repatriación de los cadáveres del Yak-42.
Antes de esa sentencia firme, Robles recibió tres palos judiciales del Alto Tribunal, intentando mantener la purga del vicealmirante colocándolo en puestos sin relevancia y que no estaban a la altura de su rango. El primero de ellos fue el de Alto Representante del Ministerio para los actos de conmemoración de la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano. El segundo fue el de asesor del Secretario General Técnico (SEGENTE) del Ministerio de Defensa.
Las causas de esta purga frustrada nunca han sido explicadas. Ni estaba justificada en el decreto del Consejo de Ministros ni tampoco la ministra ha dado razón alguna cuando ha sido preguntada por los grupos políticos de la oposición en la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Sin embargo, sí hubo dos hechos relevantes antes de la purga que pueden explicar cuáles fueron los motivos por los que Robles y su equipo más próximo tomaron la decisión.
El vicealmirante era subdirector de Reclutamiento y Orientación Laboral del Ministerio de Defensa cuando fue purgado y había hecho dos recomendaciones que no gustaron a su inmediata superiora, la dirigente socialista Amparo Valcarce, que gracias a su cercanía con Margarita Robles ocupa el puesto de directora general de Reclutamiento y Enseñanza Militar del Ministerio.
La primera de las recomendaciones era no repetir las oposiciones a psicólogos militares pese al recurso judicial de dos aspirantes que llevaban tatuajes. La decisión de Robles y Valcarce, desoyendo al militar, ha creado ahora un lío judicial muchísimo mayor. La otra era no retirarse del Salón de la Educación de Barcelona, una decisión que se había tomado y que, tras filtrarse a los medios de comunicación, fue finalmente rectificada.