La encuesta de El Mundo dice que "los votantes del PSOE rechazan pactar con los independentistas". Rosell echa la bronca a Pedro Sánchez por su"irresponsable hoja de ruta con el independentismo". "Tanto las cesiones de Sánchez como las declaraciones de los líderes independentistas indican que el bloque de la moción de censura seguirá marcando la gobernabilidad del país en caso de que el secretario general del PSOE continúe en La Moncloa", algo que "encuentra un amplio rechazo entre las bases socialistas". Pues chico, te lo habrán dicho a ti al oído porque lo que se escucha en alto no es precisamente eso. "Los distintos partidos deben explicar con claridad su posición antes de que los españoles vayan a las urnas". ¿Claridad? A ver, Rivera ha dicho por activa y pasiva que "no es no" a Sánchez. Los separatistas han dicho alto y claro que quieren a Sánchez. Y Casado ha repetido hasta el aburrimiento que quiere un pacto a la andaluza. ¿Qué es lo que no te queda claro, Rosell? Que a El Mundo no le gusta nada Vox no es un secreto. Pero hoy Tadeu podría ser el mismísimo Pablo Iglesias llamando a la alerta ultra. "El voto indeciso real ronda el 17%: tal vez sea un voto oculto y vergonzante (¡con razón!) a Vox". Federico Jiménez Losantos critica la decisión de la JEC de excluir a Vox de los debates. "Es un atropello que cuatro de los cinco partidos debatan dos días seguidos y en ninguno permita que esté Vox". Mientras, "la arbitrariedad con excusas leguleyas es clamorosa tras permitir que la JEC que los golpistas catalanes emitan fatuas separatistas desde la cárcel". Menudo esperpento. "Dirá el giliprogre de turno que el veto favorece a Abascal". Uf, Federico, como Abascal se entere de que le llamas giliprogre —fue Vox el que dijo que les favorecía— lo mismo nos cierra.
El País dice que "PP y Ciudadanos se aferran a los debates para una remontada". Una remontada ¿dónde, en las encuestas? Pues ya no hay más encuestas. Juan Luis Cebrián se queda a gusto atizándole a Vox, "una auténtica resurrección del nacional-sindicalismo y el franquismo sociológico, la vieja España de la revolución pendiente, y de los que la aman porque no les gusta, entre otras cursilerías políticas que la dictadura difundió entre las generaciones de posguerra". Sabe Cebrián de lo que habla: al fin y al cabo, cooperó con la dictadura y el franquismo sociológico desde los medios del régimen. Continúa Cebrián diciendo que Vox es "el casticismo españolista en armas frente al provincianismo catalanista de Puigdemont y Torra. Igual de beligerantes, igual de arrogantes, plagado de prejuicios prepolíticos y de ensoñamientos prefascistas". Le falta soltar un escupitajo.
ABC también lleva una encuesta que refleja la victoria del PSOE. "8 millones de indecisos pueden evitar otro gobierno Frankenstein". ABC lanza toda su artillería para lograrlo. "Hay que evitar una coalición tóxica para España que debería ser muy tenida en cuenta por los votantes aún indecisos", dice el editorial. "Con Sánchez la unidad de tu país peligra y tu economía personal y la de tus hijos, también. Si te acuestas con Sánchez, te levantarás encamado con Puigdemont, Junqueras, Otegui e Iglesias. Si votas a Sánchez, no te quejes del agobio fiscal", avisa Luis Ventoso. Y remata Isabel San Sebastián. "Casado y Rivera tienen el deber de impedir que el candidato socialista gane en las urnas engañando a los españoles". Y qué quieres que hagan, Isabel, a Casado se le puede acusar de muchas cosas, pero no de estar callado. Y una cosa, señores de ABC, quédense tranquilos, no es probable que sus lectores vayan a votar a Sánchez.
La Razón tiene los mismos temores. "La división en la derecha da el Gobierno a Sánchez". Es como el día de la marmota. Marhuenda nos repite lo mismo que viene diciendo desde que se convocaron las elecciones. "La dispersión del voto en el ámbito ideológico del centro derecha se antoja como un lastre difícil de superar". Otro Gobierno Frankenstein "no es la mejor de las perspectivas para la estabilidad política de España, puesto que, y hay que insistir en ello todas las veces que sea preciso, las formaciones nacionalistas" quieren romper España y tal y tal. Como dice Inda, "dentro de una semana sabremos si España se ha ido al carajo o no". Sólo una semana más para saberlo, sólo una, qué maravilla. Estamos impacientes por saber en qué país nos levantaremos el lunes.