Desde este domingo por la tarde y hasta este lunes unas horas antes de que se traslade al Estudio 1 de RTVE, Pablo Casado estará preparándose el debate que comenzará a las diez de la noche y en el que se verá cara a cara con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Aunque desde el PP aseguran que su líder lleva "semanas" con las propuestas y las cifras "en la cabeza", Casado utiliza estas horas para ultimar los detalles acompañado, entre otros, por su director de Gabinete, Javier Fernández-Lasquetty o por el director de la campaña de los populares, Javier Maroto.
El número tres del partido participaba también este lunes por la mañana en una entrevista en TVE en la que dejaba claro que la apuesta de Casado en el debate será por mostrarse como un "valor seguro en lo económico". Los ataques del líder del PP irán dirigidos a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias mientras que con Albert Rivera mantendrá una política de "no agresión". "Los votantes de centro derecha nos quieren ver unidos y de ahí que tratemos de buscar un discurso sin agresión", aseguraba Maroto.
Recurso ante la JEC
Además de preparar el debate, desde el PP también han recurrido este lunes ante la Junta Electoral Central (JEC) el reparto de los turnos entre candidatos acordado por sorteo.
Fuentes populares explican que el recurso se ha presentado al considerar que en una televisión pública el reparto de turnos no debería ser por sorteo, sino "en función de la representación parlamentaria de cada partido". Así ha ocurrido, añaden, en otras ocasiones como el "debate a seis" que tuvo lugar hace unos días.
Tras una reunión a las 16:30 horas, la JEC ha decidido desestimar el recurso por lo que el debate lo iniciará el presidente de ciudadanos, Albert Rivera y lo cerrará el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El PP pretendía que la intervención inicial y la final corriera a cargo de Casado, ya que representa al partido que cuenta con mayor numero de diputados en el Congreso.
La decisión de hacer un sorteo fue de la dirección de informativos de RTVE, algo poco habitual ya que en las últimas citas de este tipo en la cadena pública, como fue el caso del debate a seis de hace unos días, abre y cierra el partido que tiene más escaños.
"Optimistas y tranquilos"
Dejando a un lado los aspectos técnicos, en el PP se muestran "optimistas" y "tranquilos", aunque creen que no se puede hablar de "ganar o perder" un debate tan largo, con cuatro candidatos y que tendrá "una segunda vuelta" el martes en Atresmedia. Ven ambos como una "oportunidad" para hacer ver sus propuestas. "Especialmente las económicas", insisten, con la revolución fiscal que han planteado en su programa.
De ahí que no crean que no estar estos debates pueda ser beneficioso para Vox ya que son un "escaparate" que permite dar a conocer tu programa electoral, especialmente para convencer a muchos de los indecisos.
Sánchez y Redondo
Aseguran que al que le "puede ir mal" es a Pedro Sánchez, dado que su director de Gabinete, Iván Redondo, había planeado "una campaña sin sobresaltos", y estos dos debates han tirado por tierra sus previsiones. "Cuando uno sale a la plaza, tiene que saber torear y Pedro Sánchez no sabe", dicen desde el entorno de Casado.
Fuentes cercanas al presidente del PP se sienten aún más "animados" de cara a estos debates después de lo vivido en los últimos días de campaña. Casado ha sentido, aseguran, el "calor de la calle, el calor de la victoria", allí donde ha ido. Esto se debe, en muchos de los casos, a los "alcaldes o futuros alcaldes del PP" que "han sabido, además, dar con la tecla".