Un inspector de Policía Nacional ha denunciado en el juicio del 1-O en el Tribunal Supremo los escudos humanos empleados por los independentistas para frenar la intervención policial en los centros de votación: "Personas con discapacidad física y mayores con silla de ruedas bajo la lluvia en la puerta de los colegios".
Según el policía, "hubo que apartar a las personas, y un inspector jefe de antidisturbios dio a los presentes el contenido del auto, nadie dio su identificación ni el paradero de los efectos del referéndum, ni las llaves de las dependencias. A algunos mayores y personas con discapacidad les acompañaron a la puerta. Uno decía 'no me pegue. Se revisó el colegio y se hallaron una serie de objetos: dos urnas precintadas, siete precintos, siete carteles con las secciones electorales, dos tablets, y en la papelera, un acta de constitución de la mesa". Todo ello en el colegio Els Horts de Barcelona.
En este centro recuerda el agente, "hubo que fracturar una puerta exterior y una interior, de cristal. Desde esa se veía al otro lado una barricada de mesas y sillas y personas embozadas en actitud aparentemente hostil".
El inspector recuerda como un periodista hacía preguntas a un mosso d'Esquadra: "Traté de escuchar la información. El periodista preguntó qué pasaba con las urnas, el agente dijo que eso no importaba, que lo que importaba era el recuento". Posteriormente, los presentes les "dieron la mano, le abrazaron y le vitorearon".
Un agente ha destacado la vigilancia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por parte de los Mossos: "Era una actitud vigilante en sentido inverso, no hacia la actividad declarada ilegal sino hacia los vehículos que estaban en la calle, intentando ver quiénes eran los ocupantes. Si podía haber albergado alguna duda de si actuaban bien o mal se me disipó cuando uno de los del colegio se dirigió a la masa con un megáfono o micrófono diciendo: los mossos nos acaban de informar de que tengamos cuidado porque en la zona hay vehículos con policías".
Mientras, en el colegio Provençal, en las rondas que hacían de vigilancia, se observó un vehículo Seat Ibiza gris, cuya matricula pasó al mando al parecerle sospechoso. Le indicaron que pertenecía a la Consejería de Presidencia de la Generalidad de Cataluña. Este mismo vehículo fue visto por otros agentes en otro colegio de otro distrito durante la jornada del 1-O. Así lo denunciaban también ayer el miércoles otros policías.