"Se está abriendo un tercer espacio que se puede propiciar, y es que el PSOE cuente con sus propias fuerzas para poder gobernar". La afirmación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras los datos que revelan los últimos sondeos publicados y en una entrevista a La Sexta, no es una ocurrencia más sino una convicción que se ha tornado en estrategia electoral.
Fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital aseguran que el próximo 28 de abril el PSOE podría no precisar de los dos apoyos antagónicos necesarios hasta ahora para gobernar, Ciudadanos o los independentistas, y que la suma que intentará lograr será la de PSOE, Podemos y el PNV a través de un pacto de investidura, que no de gobierno, que le permita gobernar en solitario por segunda vez pero con un colchón parlamentario muy superior a los 84 escaños actuales.
Los socialistas dan por hecho la horquilla en la que se mueven en la mayoría de los sondeos, entre 130 y 140 escaños, y sostienen en privado que "el espacio de izquierdas se está ensanchando". No tanto el resultado del PSOE, que en sus sondeos propios registra "una tendencia alcista" que no contempla el propio barómetro del CIS publicado este miércoles y que rebajaba en dos puntos la proyección del voto socialista respecto a su anterior estudio. Pero sí en la llamada ‘suma de las izquierdas’ que tanto en sus datos propios como en el CIS aumenta su espacio de representación paramentaria.
Un escenario que comenzaban a barajabar hace semanas fuentes de Moncloa que apuntaban a la necesidad de prescindir de los independentistas catalanes porque "no son de fiar". Los datos, a su juicio, le son favorables, porque de cumplirse les permitirían ignorar la disyuntiva a la cual se enfrentan en los apctos post electorales del 28-A: o Ciudadanos, o los independentistas catalanes.
Cambio de estrategia: "no es no" a los independentistas
Unos cálculos que se plasman en la estrategia de las últimas semanas consistente en radicalizar el mensaje hacia los independentistas con un remake del "no es no" a la independencia y al referéndum pero también a las formaciones que lo respaldan, ERC y PDeCAT, que "no han actuado de buena fe, ni con el Gobierno de España ni con sus propios ciudadanos".
El eje central del mensaje de camapaña será por tanto el de la necesidad de "concentrar todo el voto en el PSOE" porque es el "único que puede garantizar estabilidad y futuro" y porque "es el único que puede sumar más y hacer frente a las tres derechas" que "si suman, gobernarán".
Una puerta abierta... al indulto a los golpistas
Sin embargo, los estrategas de Moncloa y ferraz son conscientes de que todos sus planes se pueden ir al traste si hay sorpresas en las urnas el 28 de abril y por ello dejan una puerta abierta al diálogo y el entendimiento con las fuerzas independentistas catalanas... por si acaso. Sólo así se explica que por enésima vez el presidente y candidato a la reelección haya rehuído contestar a la pregunta de si indultará a los presos golpistas una vez que se emita sentencia en el juicio del 1 de octubre.
"Lo que tengo que hacer es respetar la independencia del Poder Judicial y el principio de presunción de inocencia", dijo para añadir que "estaré encantado de responder a esa pregunta cuando proceda". "Una vez haya sentencia, lógicamente el poder político tendrá que posicionarse". Ya no hay "no es no", ni claridad ni contundencia. Tampoco la respuesta que concedió la semana pasada al hablar de otro indulto: el de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer María José en estado terminal.
El líder socialista tampoco no rechazó incorporar nuevamente su polémica figura de un relator porque "no es una cuestión de palabras ni de términos sino de diálogo con dos premisas fundamentales: la claridad y la confianza y buena fe". Y llamó a "abrir dentro de la Constitución un espacio de diálogo para que se pueda resolver dentro de Cataluña ese desafío". Un suspense, una ambigüedad calculada con la que el candidato socialista se reserva la última baza por si, llegado el caso, no pudieran verse cumplidos sus planes de sumar sin necesidad de contar con quienes le fallaron en la negcoiación presupuestaria de su primera legislatura.