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La Fiscalía da por "demostrada" la rebelión en el 1-O tras el testimonio del guardia civil que acreditó la insurrección

Según las fuentes consultadas por LD y esRadio, quedaba demostrar que la violencia en Cataluña fue el "medio imprescindible" para la independencia.

Imagen del juicio del 1-O | EFE

La Fiscalía da por "demostrada" la rebelión en el juicio del 1-O que se celebra en el Tribunal Supremo tras el testimonio del guardia civil que acreditó la "insurrección" en Cataluña el pasado martes. El artículo 472 del Código Penal establece que "son reos del delito de rebelión los que se alzaren violenta y públicamente para declarar la independencia de una parte del territorio nacional".

Según las fuentes consultadas por Libertad Digital y esRadio, sólo quedaba por unir el último eslabón de la cadena, demostrar que la violencia fue el "medio imprescindible" para proclamar la independencia de Cataluña. La propia violencia había quedado ya "sobradamente acreditada en el juicio" en las últimas semanas con el testimonio de los policías, los guardias civiles y los mossos que resultaron heridos durante el 20-S y el 1-O.

Cabe destacar que el Ministerio Público sostiene además que la "violencia institucional" fue ejercida por el Parlamento catalán presidido Carme Forcadell y por la Generalidad de Cataluña presidida por Carles Puigdemont, tras no aceptar los innumerables mandatos del Tribunal Constitucional. Mientras, los líderes de ANC y Ómnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, canalizaron las revueltas y la propia insurrección en la calles.

El máximo responsable de la Guardia Civil en investigar la organización del referéndum ilegal del 1-O aseguraba esta semana en la vista oral que tras los registros del 20 de septiembre de 2017, el 20-S, "se vivió un clima insurreccional en Cataluña". La RAE define la insurrección como el "levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo o de una nación".

Las mismas fuentes apuntan que el citado testimonio "es clave" y consigue cerrar el círculo de rebelión al vincular inseparablemente la violencia que se desató en Cataluña como "vehículo y medio imprescindible" para poder declarar la independencia tras la celebración del referéndum ilegal, en un contexto de clara rebeldía hacía la Ley y la Constitución en todo el territorio catalán. No obstante, "aún queda mucho juicio" y tendrán lugar nuevos testimonios que acabarán de perfilar la rebelión.

En este sentido, otro testimonio fundamental fue el del comisario de los Mossos, Manuel Castellví, que avisó en la Junta de Seguridad del 28 de septiembre de 2017 a Puigdemont, del riesgo de "escenarios de violencia" si se seguía adelante con el referéndum ilegal. El fugado rebelde Puigdemont contestó que era una decisión del Gobierno catalán y que el 1-O se celebraría a toda costa. Es decir, daba por hecho que habría heridos y no le importó para conseguir su fin, la independencia de Cataluña.

Así se fraguó la "insurrección" en Cataluña

A preguntas de la Fiscalía durante su declaración como testigo, el teniente coronel relataba la evolución de la insurrección en Cataluña. "Al principio, las movilizaciones tenían un carácter de protesta, porque las investigaciones estaban relacionadas con cartelería, publicidad, correspondencia. Parecía una labor de poca entidad para impedir el referéndum". Las protestas consistían en concentraciones frente a los cuarteles de la Guardia Civil".

Todo cambió el 19 de septiembre, con la incautación de las cartas para el electorado en la nave de Unipost en Tarrasa (Barcelona). "Aquello fue un golpe duro". A partir de los registros del 20 de septiembre de 2017, "se aumentaron las concentraciones" y cambió "el clima" de las protestas contra la Guardia Civil. "Nos poníamos en un clima claramente insurreccional", señalaba el alto mando de la Guardia Civil en Cataluña.

Después el testigo hacía referencia directa a la estructura del golpe del 1-O: "El referéndum era la piedra angular sobre la que pivotaba todo el proceso, era condición sine qua non para proclamar la independencia para poner al Estado en situación de conflicto". "Los policías con algún grado de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podría derivar en una escalada incontrolada. Afortunadamente no fue así, pero que no fuera así no quiere decir que la sensación que teníamos los tres cuerpos policiales era de que aquello era un polvorín", añadía el mando de la Guardia Civil", añadía.

A continuación, el teniente coronel citaba el documento Enfocats, y la agenda Moleskine del número 2 de Oriol Junqueras, Josep María Jové, consideradas las pruebas documentales de la ruta golpista, para asegurar que dichos documentos constituyeron "la ratificación de la investigación".

El mando describía "88 actuaciones" contra la Guardia Civil. Dos de ellas ocurrieron antes del 19 de septiembre. La gran mayoría (84) sucedieron entre esa fecha y la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Y con posterioridad al 155, solo dos más.

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