Es una buena noticia para su familia, su mujer Rosario de la Torre y sus hijos, Luis y Daniel, así como para su cuñado, el actual alcalde de Málaga, José María de la Torre. Y es una buena noticia para todos los demócratas españoles que vuelva a preguntarse por la identidad de quién o quiénes fueron los etarras que dieron la orden de asesinar al fiscal superior del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía hace 19 años.
Casi dos décadas después y por petición de su viuda, el Juzgado Central de Instrucción número 2, ante las incógnitas del caso y las dudas acerca de lo ocurrido, ha pedido a la Guardia Civil y a la Policía información sobre la posible implicación de varios miembros de la cúpula de ETA que, al parecer, podrían haber quedado impunes según se expresa en el escrito de la familia.
Cuando menos en el asesinato del fiscal en el año 2000 en Málaga hay indicios de la participación de otros dos miembros de la antigua cúpula de ETA, al menos en calidad de inductores del atentado. Se trata de Ainhoa Múgica Goñi (Olga) y Francisco Javier García Gazatelu (Txapote).
A partir del escrito de Rosario de la Torre, el juez Ismael Moreno, ha considerado necesario practicar algunas de las diligencias propuestas por la acusación particular para determinar la posible implicación de esos dos dirigentes de la banda terrorista en el tiempo en el que ETA asesinó a Portero en Granada.
Recuerda Diario de Sevilla que la Audiencia Nacional ya condenó por aquel crimen a los dos autores materiales de los hechos y a un inductor. Harriet Iragui Gurruchaga y Jon Igor Solana Matarran (Comando Erraia) fueron los dos pistoleros que aquel 9 de octubre de 2000 mataron al entonces fiscal jefe andaluz en el portal de su casa y más tarde hicieron detonar un explosivo colocado en un vehículo en la misma calle. Por ello cumplen una pena impuesta de 54 años de cárcel.
Pero en 2007, siete años después de los hechos, resultó condenado Juan Antonio Olarra Guridi a 30 años de prisión por considerarse probado que actuó como "inductor" del atentado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Ahora la familia de Luis Portero sostiene que hubo otros dos inductores, que son los que señalaron el objetivo de asesinar a Luis Portero, decisión previa a la preparación del atentado. Fueron Txapote, dirigente de la cúpula etarra y la responsable de los comandos de la banda, Olga, quienes determinaron que Luis Portero era el objetivo a matar.
En su escrito, la viuda se refiere a un documento de ETA incautado en el año 2000, la agenda de Txapote, donde se decía que Luis Portero había sido seleccionado como objetivo prioritario porque podría haber sido elegido sucesor del fiscal general del Estado entonces, Jesús Cardenal.
Según la Policía, aunque Txapote no aparece mencionado, era el máximo responsable y autoridad por encima del condenado como inductor. No parece probable que el subordinado tomara esa decisión sin el visto bueno del jefe militar de la banda.
No se trata por ahora de nuevas imputaciones por el asesinato de Portero, pero sí de afinar el proceso de búsqueda de nuevas pruebas.