Libertad Digital ha tenido acceso a un documento que demuestra hasta qué punto la propaganda separatista campa a sus anchas en ciertas instituciones comunitarias. La publicación que acoge desde el 20 de marzo en su página web el Banco Europeo de Inversiones y que ha llegado a manos de este periódico da publicidad a la propaganda separatista y a los presos golpistas del 1 de octubre.
Un escrito firmado por un exdirector del BEI, Mateu Turró, y otros dos extrabajadores del BEI, la Comisión Europea y el Banco Mundial, Andreu Ulied y Dubravka Kruljac, que presenta a la ciudad de Barcelona como una ciudad asediada por el poder central desde hace siglos. En su página siete, el panfleto separatista habla de que el "trasfondo medieval explica el carácter abierto de la ciudad, que siempre ha acogido a los recién llegados y ha hecho de la industria y del comercio su marca de la casa" pese a la acción represora de "la centralización del poder en Madrid, sobre todo tras la Guerra de Sucesión Española, que destruyó la ciudad en 1714. Desde entonces, el poder central ha asfixiado las rebeliones periódicas que se han producido en la ciudad, a menudo, mediante una violencia desenfrenada".
Continúa el texto citando a "un antiguo general que en 1842 dijo" que habría que "bombardear la ciudad cada 50 años para mantenerla a raya". Unos bombardeos que relaciona con la tensión demográfica de la ciudad y su imposibilidad de crecimiento transfronterizo. "La difícil relación con Madrid ha acarreado importantes consecuencias en el desarrollo de Barcelona" porque "la ciudad no tenía permitido crecer más allá de sus muros porque el área de los alrededores se debía mantener despejada hasta una distancia desde la que los cañones pudieran bombardear la ciudad. Cuando la presión demográfica del casco antiguo se volvió insostenible".
Foto de apoyo a los presos golpistas
Desde esta institución comunitaria se da pábulo también a la "bien conocida dificultad que ha supuesto siempre la integración política y administrativa de Barcelona y Cataluña en España". Argumentos separatistas que se acompañan de una fotografía de una manifestación por la independencia en las calles de Barcelona, de noviembre de 2017, y en la que se puede ver la cabecera de la manifestación con una pancarta de apoyo a los presos catalanes del 1 de octubre.
En el documento propagandístico se presume incluso de que Barcelona ha sido cuna de los movimientos políticos en España que van desde "el anarquismo y el comunismo a principios del siglo XX, hasta el separatismo catalán del siglo XXI" al que se define en el folleto, como "un desafío al statu quo y una muestra de receptividad y tolerancia únicas", destacando incluso la acogida que se ha tenido en la ciudad condal hacia el colectivo homosexual "pese a la dura represión de los regímenes fascistas".
Se llega incluso a negar los problemas de inseguridad ciudadana que se sufren en Barcelona desde que empezaron a cobrar fuerza las tesis rupturistas y completamente de espaldas a la realidad se afirma que "Barcelona parece haber resistido a la importante agitación política que afecta a Cataluña desde 2012 sin pagar un precio excesivo", aunque señala que "el futuro es cuando menos incierto".