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Ferraz intenta arreglar la nueva "metedura de pata" de Ábalos sobre un pacto con Ciudadanos

La estrategia es clara y tajante: prohibido mojarse sobre pactos concretos que abran posibles fugas de voto del PSOE en su momento más dulce.

La estrategia es clara y tajante: prohibido mojarse sobre pactos concretos que abran posibles fugas de voto del PSOE en su momento más dulce.
José Luis Ábalos | EFE

No hay matices: el PSOE vive su momento demoscópico más dulce desde el zapaterismo y nada ni nadie puede acabar con ello. Es una orden de la dirección del PSOE que ha optado por una campaña electoral de perfil bajo, con la firme idea de no mojarse ni pronunciarse sobre unos pactos electorales que están desterrados de su vocabulario político... salvo que se trate de José Luis Ábalos.

El secretario de Organización del PSOE concedió el pasado domingo una entrevista al diario El Español en la que aseguró que "Ciudadanos es preferible a los independentistas para una investidura de Sánchez" porque se trata de unas formaciones "que quieren romper España" y esa mayoría de la moción de censura es algo más "incómoda" que la reedición del pacto entre Rivera y Sánchez: "La mayoría social acompaña cada vez más al Pacto del Abrazo".

Una "metedura de pata", según fuentes de la dirección del PSOE que ponen el acento en la victoria holgada de Pedro Sánchez en todos los sondeos publicados. Viento a favor que liga a la citada estrategia para "no abrir ninguna fuga de voto" en un PSOE que crece y, por primera vez en años, no pierde voto hacia el centro (Ciudadanos) y lo gana por la izquierda (Podemos). Todo en un escenario en el que "la pugna está en las derechas" de PP, Ciudadanos y VOX y sus dimes y diretes.

Motivo por el que, según recuerdan estas fuentes consultadas por Libertad Digital, "cuando el enemigo se equivoca, no le distraigas". Eso es exactamente lo que ha hecho el número tres del PSOE, José Luis Ábalos: abrir un posible escape de voto en el electorado de izquierdas que linda con Podemos más afín a la solución del diálogo en clave territorial al apostar claramente por un giro de estrategia hacia Ciudadanos en lugar del gobierno Frankenstein de Pedro Sánchez.

Desde Ferraz son conscientes de que esto no les beneficia y, por eso, hoy la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, ha comparecido para corregir el rumbo evitando expresamente y en contadas ocasiones suscribir las palabras de Ábalos sobre un pacto con Ciudadanos. "Nosotros nos presentamos con un programa electoral y el pacto al que queremos llegar es con la ciudadanía", señaló Lastra sin responder a la pregunta de si prefieren a Ciudadanos o a los independentistas. A lo más que llegó la portavoz es a esbozar un plebiscito parlamentario que no exija siquiera negociación previa: "Lo que vamos a hacer es poner encima de la mesa nuestro programa electoral para que los 350 diputados decidan si quieren un país que avance o un país que retroceda".

Entre bambalinas

Sin embargo, si en público queda claro que Ábalos ha metido la pata, en privado se evidencia que, una vez más, dice lo que muchos piensan. "No se descarta ningún escenario", advierten en la cúpula socialista donde señalan que "es prematuro" hablar de pactos cuando no sabemos siquiera los resultados. "Se barajarán las opciones que sumen sin descartar ninguna, tampoco a Ciudadanos". Una alianza con la formación naranja que favorecería los pactos en los territorios donde los barones más conservadores como el extremeño Guillermo Fernández Vara, el aragonés Javier Lambán, o el manchego Emiliano García-Page pudieran verse apuntalados por alianzas con la formación centrista en sus respectivas comunidades tras el 26 de mayo.

Reticencias con Rivera

No obstante, hay muchas reticencias en las posibilidades que podrían tener esa futurible alianza tras el cordón sanitario dibujado por el líder, Alber Rivera, hace varias semanas. "Rectificará", auguran algunos dirigentes que participaron en el llamado Pacto del Abrazo entre Rivera y Sánchez. Otros son más escépticos y consideran que "hasta para Albert es demasiado pedir que rectifique dos veces con Pedro Sánchez como hizo con la investidura de Rajoy". Sea como fuere, y aunque es pronto para ponerse a trabajar en ese escenario, algunos puentes han empezado a activarse. Mediadores, perfiles intermedios que sondean y preguntan sobre la capacidad de desdecirse de Albert Rivera si la realidad de las urnas constata que las derechas no suman. En resumen, que como ocurrió con el adelanto electoral o con la voluntad de derrocar a Susana Díaz, Ábalos habla y otros callan pero asienten.

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