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Piden 20 años para un policía que disparó a los atracadores en su casa, 15 más que a los atacantes

La Fiscalía cree que no debería haber disparado ni herido a quienes ya estaban huyendo.

La policía local de Sevilla no gana para escándalos. Si hace bien poco se tuvo noticia del archivo del caso de las pruebas de acceso al cuerpo que fueron difundidas entre "afines" porque no se supo quién lo había perpetrado, ahora, y es algo más que un escándalo, el policía local de Sevilla, Casimiro Villegas, ve cómo la Fiscalía pide 20 años por cuatro delitos de lesiones graves. Recuérdese que Vox acaba de pedir el uso legal de armas para defenderse sin tener que sufrir un "infierno judicial" con lo que el juicio, que comenzó el pasado lunes en Sevilla, tendrá una gran repercusión.

El meollo de la cuestión judicial está en determinar si el policía actuó en defensa propia o no. Según la versión del agente, los disparos tuvieron lugar mientras hubo una importante pelea y sintió un miedo lógico por él y por su mujer, pero la Fiscalía sostiene que el policía disparó a los atracadores cuando estos ya se iban en la furgoneta. En este último caso, no estaría justificado el uso de su arma y de ahí la petición, más que sorprendente, de 20 años de cárcel.

Los hechos ocurrieron hace ocho años nada menos, un 29 de marzo de 2011 y es ahora, hace dos días, cuando ha comenzado el juicio oral que juzgará a Casimiro Villegas que ya no es policía porque se retiró debido a una incapacidad permanente. Aquel día Villegas sufrió el asalto de su vivienda por cuatro salteadores razón por la cual disparó contra ellos con su arma reglamentaria hiriendo de bala a tres.

En el mismo juicio se sientan los cuatro atracadores acusados de haber intentado robar en la propiedad que el policía tenía en la localidad vecina de Dos Hermanas. Para ellos se piden entre tres y cinco años de prisión, pero para el policía la Fiscalía pide 20 años, algo considerado injustificado por sus compañeros policías que se manifestaron poco antes del comienzo de la primera sesión del juicio en la Audiencia de Sevilla bajo el lema "Justicia para Casimiro".

Según el policía y recogen agencias y medios, "eran las tres de la mañana cuando mi mujer escuchó un ruido y decidí salir de la habitación a mirar". Luego fue cuando se encontró con dos enmascarados que lo atacaron y tuvo lugar una "pelea feroz". Hasta mordiscos por ambas partes, en la mano del agente y en la nariz de uno de los asaltantes.

La cosa se complicó definitivamente cuando hizo su aparición un tercer asaltante armado con una escopeta mientras los demás gritaban "dispárale". Tras zafarse, dijo a su mujer que llamase al 112 y fue a por su arma reglamentaria. Villegas dijo en el juicio haber hecho dos tandas de disparos, una en su casa y otra en el jardín tras escuchar un gran ruido y ver que la furgoneta de los delincuentes estaba dentro de la propiedad. Pero el fiscal arguyó que no había señales de disparos en la casa.

Dicho de otra manera, la tesis de la Fiscalía es que el policía disparó no en el fragor de la pelea como había declarado anteriormente, sino cuando los asaltantes huían. La furgoneta de los ladrones chocó contra un muro, vio a un individuo con una escopeta y disparó, dijo. Pero los asaltantes presentes en el juicio afirmaron que fueron heridos por la espalda cuando huían de la casa y han negado que tuvieran escopeta.

Hasta el público pareció divertirse con la versión de los atracadores. Según la última versión, la del juicio, aseguran que acudieron a casa del policía porque éste debía 15.000 euros a un tal Kharin y que, al exigírselo, el policía se volvió como loco. Sus compañeros de fechoría, un hermano y un sobrino, entraron desarmados y sin capucha. Es más, acusaron al policía de tener un zulo con hachís que tenían que recoger, pero en la parcela propiedad de Casimiro Villegas no había tal escondite.

Naturalmente, según su declaración, no entraron a robar, pero la policía que interceptó la furgoneta pocos minutos después de la huida encontró el ordenador portátil de la mujer de Villegas. Uno de los acusados reconoce que lo cogió "sin pensarlo mucho" para asustar al policía.

Tras ocho años de tribulaciones que han conllevado un intento de suicidio por parte del policía y secuelas en su salud, el juicio ha comenzado. Será la Policía Científica quien aclare definitivamente qué versión de las ofrecidas se ajusta a la realidad. Para unos, es injusto que alguien que sufre un atraco en su casa pueda ser condenado a más pena que sus atacantes por el hecho de ser policía y usar su arma reglamentaria para defenderse.

Para otros, se trata de esclarecer los hechos antes de dictar una sentencia.

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