El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se ha mostrado muy molesto este jueves después del revuelo suscitado en redes sociales sobre su supuesta medida para las madres inmigrantes que decidan dar a su hijo en adopción.
Durante su participación en un acto en Valladolid, ha dicho sentirse víctima de una fake news que le resulta de "especial gravedad" porque a pesar de que él nunca ha dicho nada sobre este asunto ni el partido haya publicado ninguna nota oficial sobre esa supuesta medida, "llevamos doce horas con medios de comunicación siguiendo la línea de un error".
Así, ha explicado que la polémica surge de la mala interpretación de un pie de foto que publicó hace diez días el diario El Mundo que ayer mismo matizó a través de un tuit su subdirector. Sin embargo, Casado se ha quejado de que "todas las tertulias radiofónicas y televisivas, los partidos de la oposición, los sindicatos e incluso las ONG están intentando decir una barbaridad que yo jamás admitiría".
De esta manera, el líder del PP ha negado que su partido quiera blindar a las mujeres sin papeles a cambio de que den a sus hijos en adopción. Casado ha explicado que lo que pretenden es implementar a nivel nacional una medida que ya funciona con éxito en la Comunidad de Madrid desde hace diez años y que ha permitido que 327 niños hayan sido dados en adopción en lugar de ser abandonados por sus madres.
El objetivo de esta medida es que las mujeres embarazadas que deciden dar a su hijo en adopción "tengan absolutamente garantizada la confidencialidad y que tengan los mismos derechos estén legalizadas o no", ha explicado añadiendo que actualmente con la ley de extranjería se debería informar de este tipo de casos pero que como en la práctica no se hace, el PP lo que pretende es establecer por ley la protección a estas mujeres.
Denuncia una "campaña sistemática" contra él
El líder del Partido Popular se ha quejado, no obstante, de que esta polémica no es nueva y cree que se trata de una "campaña sistemática" contra él. Así, ha pedido responsabilidad al resto de partidos políticos a los que ha acusado de "tergiversar" la información para hacer creer a la opinión pública que lo que pretendía el PP con esta medida era "robar niños o utilizar a las mujeres como cobayas humanas".
A este respecto, ha señalado que la oposición está utilizando el "manual del mal candidato" de izquierdas que acusa al adversario político de lo que no es y ha ironizado con que le terminen acusando de "contaminar mucho" o de "homófobo" después de que ya le hayan tachado de "facha, extremista religioso o machista".