La Generalidad disponía de tres juegos de urnas para la celebración del referéndum ilegal del 1-O, según se ha jactado este martes el exconsejero de Cultura de la Generalidad, el fugado Lluís Puig. En su cuenta de Instagram ha mostrado el modelo de urna del plan B, una caja de plástico transparente con el logotipo de la administración autonómica. Puig ha escrito en la entrada que "parece que había un plan B con urnas de recambio... ¿por dónde aparecen?".
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Una publicación compartida de Lluís Puig (@lluis_puig) el 11 Mar, 2019 a las 8:17 PDT
El presidente de la Generalidad ha retuiteado la urna de Puig con una nota del diario digital independentista Vilaweb en la que se asegura que además de ese segundo modelo hay un tercero que se correspondería al "plan C". Esto es que los organizadores del referéndum, según el citado medio, habían dispuesto tres redes de urnas. La primera se correspondía con las urnas chinas de plástico blanco y tapas negras que finalmente llegaron a los centros de votación. Las urnas alternativas se distribuían desmontadas, en embalajes de cartón y con unas instrucciones de montaje semejantes a las de Ikea por lo que fueron denominadas las "ikees", asegura Vilaweb. Según esta información, los organizadores del referéndum disponían de tres juegos diferentes de urnas, unas treinta mil en total.
Con la fiscalía, la abogacía del Estado y la acusación popular preguntando a proveedores de la Generalidad sobre los encargos del gobierno autonómico para la celebración del referéndum ilegal, el entorno de Puigdemont, con Torra al frente, presume de su capacidad para burlar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por otra parte, Torra parece inclinado a desatender el requerimiento de la Junta Electoral Central para que retire los lazos amarillos, las banderas esteladas y la propaganda separatista que inunda los edificios y dependencias de la Generalidad.