A un mes y medio de las próximas elecciones, Podemos encadena las malas noticias. Las encuestas no acompañan al partido morado, que protagoniza polémicas como la que desveló que su candidata para el Ayuntamiento de Ávila había sido cómplice de asesinato. La formación de Pablo Iglesias, que aún vive las secuelas de la marcha de Íñigo Errejón, se ve ahora salpicada por una nueva controversia: la que afecta a una posible sucesión de su líder.
Fue la propia número dos de la formación, Irene Montero, la que levantaba la polémica con unas declaraciones en las que aseguraba que "pronto" una mujer iba a ocupar la Secretaría General de Podemos.
Según la formación morada, estas palabras no tenían "nada detrás" pero pusieron sobre la mesa el debate de la sucesión en el partido. Un debate que, a unos días de que regrese Pablo Iglesias, en Podemos creen que les perjudica porque da una imagen de un líder "de salida".
Tratan de quitarle importancia
En Podemos tratan de restar importancia a este asunto que creen que muestra a un Pablo Iglesias "débil" de cara al 28 de abril. Eso sí, reconocen que, después de las elecciones generales y de las del 26 de mayo, este debate se abrirá tarde o temprano.
"La verdad es que no hemos hablado del tema. Entiendo que haya un debate público que pretenda poner a Podemos a hablar de nuestra vida interna pero nosotros en las reuniones debatimos cómo tener el mejor resultado electoral", ha asegurado este lunes Pablo Echenique en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a Noelia Vera.
"No estamos en esa, estamos en otra que es ganar este país el próximo 28 de abril y ganar todas las comunidades autónomas y ayuntamientos que podamos", ha añadido Vera aunque poco después ha reconocido que "espera" que, cuando se celebre un nuevo congreso de Podemos, "sea una mujer la que dé el paso" de presentarse a las primarias para liderar el partido. Y en sus mentes, los principales dirigentes morados tienen un sólo nombre para este cargo: el de Irene Montero. .