La secretaria judicial del Juzgado de Instrucción nº 13 de Barcelona, Montserrat del Toro, ha afirmado que "sintió miedo" y temió por su integridad física durante los registros de la Consejería de Economía del 20 de septiembre. Unos registros cuyo objetivo era desmantelar la logística del referéndum ilegal del 1 de octubre.
La funcionaria ha relatado cómo miles de personas comenzaron a congregarse en las inmediaciones desde primera hora de la mañana. A través del cristal, pudo ver como uno de los concentrados se encaraba con un Guardia Civil y le escupió. Gritaban por megafonía "No saldrán", "No pasarán" y "Votaremos".
Hubo una avalancha contra las puertas del edificio, "se asustó" y lanzaron objetos, botella, contra los cristales. Subió a la azotea, hizo fotos y vio "un mar de personas", "capas de cabezas". La comitiva judicial estaba acorralada y no podía salir. Se plantearon pedir un helicóptero, pero había muchas antenas en el edificio y la opción era inviable.
La secretaria judicial llamó entonces al magistrado de la causa, el fallecido Juan Antonio Ramírez Sunyer: "Sácame de aquí, no hay salida". "Haré lo que pueda", contestó el juez instructor. Los Mossos plantearon entonces una salida a la funcionaria después de que el magistrado contactase con el entonces mayor del cuerpo, Josep Lluís Trapero. El entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, aseguró a la Guardia Civil que "no podía hacer nada" para que la multitud se marchara.
La funcionaria tuvo que subir a la azotea, saltar un muro y descolgarse al teatro colindante. Una vez allí, se tuvo que convencer al responsable del teatro para que facilitaran una salida a la secretaria judicial. Finalmente, pasadas las 12 de la noche, salía corriendo y huía en un vehículo de los Mossos "sin logotipos". A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, aseguraba que sintió "preocupación y miedo". De hecho, afirmaba que la tensión y el estrés de aquellas fechas del procés le afectaron a su salud.