El Mundo, harto de las maniobras electoralistas de Sánchez, denuncia que "Exteriores puso a funcionarios a trabajar el servicio del POSE". Rosell está indignado ante el "indecente uso partidista que hace el Gobierno de nuestra arquitectura institucional (…) Nunca el gobierno había decidido usar las instituciones en beneficio propio con la insolencia y la irresponsabilidad que está exhibiendo Sánchez". Para Jorge Bustos, Sánchez dopa su campaña "con el presupuesto general del Estado, que confunde con el partido que se confunde con el candidato". En cuanto al juicio del procés, "el ex número 2 de Interior dice que hubo 1-O porque los Mossos lo permitieron". Raúl del Pozo es pesimista. "Esperábamos el juicio del siglo, y estamos presenciando una querella por desórdenes públicos y cargas policiales. Es el Estado el que se sienta en el banquillo", dice decepcionado. "Lo que se observa en el tedioso y soporífero proceso es cómo el Gobierno pisoteó los derechos y libertades de Cataluña. No se habla nada de que un grupo de políticos intentó destruir la Constitución y la continuidad de España como nación". El mundo al revés.
El País, más que un periódico es el propagandista de la prensa escrita de Pedro Sánchez. "El 8-M agita la batalla por el voto de las mujeres". Como si las mujeres fuéramos idiotas. En cuanto al juicio, cuenta Pablo Orgaz que "Nieto le corta un traje al independentismo". "El ex secretario de Estado de Seguridad ofrece datos para mostrar la pasividad de los Mossos en el referéndum ilegal. Ofreció una visión muy distinta de la escuchada hasta la fecha". Vamos, que al fin se escuchó al Estado y no las soflamas indepes que nos tragamos todos los días.
ABC también se lleva las manos a la cabeza con la desvergüenza de Sánchez. "Sánchez reparte una paga de 280 euros a 40.000 empleados". Hala, venga, la casa por la ventana a cuenta del bolsillo de todos. "El candidato socialista está usando el Gobierno y el BOE a modo de plataforma electoral para impulsar su propia campaña", dice el editorial. "La masiva compra de votos que está protagonizando Sánchez resulta inmoral e irresponsable". No se entiende de qué se sorprende Bieito. ¿Desde cuándo Sánchez tiene moral? También editorializa sobre la declaración de Nieto en el juicio del 1-O. "Nieto sí vio violencia el 1-O". "Nieto dejó en evidencia a buena parte de los Mossos, ya que no solo se negaron a unirse a guardias civiles y policías para evitar la consulta, sino que en algunos casos llegaron a ser cómplices de la apertura de los colegios". Y al contrario de sus jefes directos Rajoy, Soraya y Zoido, "no lo supo por inferencias, datos y opiniones provenientes de terceras personas. Lo vivió". Y así lo contó, ya era hora de que alguien diera la cara.
En La Razón, Marhuenda también a abronca a Sánchez por utilizar las instituciones a su antojo. "Sánchez está utilizando el poder de un órgano del Estado, como es el Gobierno, para sus intereses electorales saltándose normas básicas de neutralidad institucional". Menos quejas y más denuncias en los tribunales. De la declaración de Nieto, opina Julio Valdeón. "Algún día alguien del Gobierno nos explicará qué carajo hacían negociando con Milans del Bosch el dispositivo de seguridad de una anunciada performance protagonizada por un tal Tejero".
La Vanguardia dice que "el ex número dos de Interior acusa a los Mososs por el 1-O". Antoni Puigverd, que se ha trasladado a Madrid para seguir el juicio, flipa porque los madrileños pasan total, les importa una higa. "El supuesto impacto mediático del juicio en el Madrid de la calle es completamente inexistente, no produce ni la más mínima expectación". Veras Antoni, los madrileños tenemos otras cosas que hacer. También percibió Puigverd que la declaración de Nieto fue crucial. "Nieto estaba dispuesto a llevar al fondo de la cárcel a los acusados y puede haberlo conseguido (...) El juicio ha dado un vuelco". Puigverd, escribiente indepe de La Vanguardia, ha descubierto otra cosa en Madrid. Que la Justicia existe. "Aquello que en Cataluña da fama, excita ánimos y permite triunfar, en este salón barroco (el Supremo) no sirve de nada. Y el legalismo que en Cataluña es visto como obstáculo y estupidez, aquí es el único recurso que salva". Qué cosas descubre uno cuando sale de ese manicomio en el que se ha convertido Cataluña, ¿verdad Antoni?