Nueva jornada del juicio del 1 de octubre. El primero en declarar en esta novena sesión ha sido Íñigo Urkullu, que ha reconocido su labor de "mediación" antes y después del referéndum ilegal del 1-O.
Según Urkullu, se dirigió a Mariano Rajoy a petición de Carles Puigdemont. Al presidente le avisó de que "todo se estaba yendo de las manos", tras un encuentro previo con Soraya Sáenz de Santamaría tras el asalto a la Consejería de Economía.
Urkullu ha explicado que su intermediación comenzó el 19 de junio de 2017 tras mantener un encuentro de cuatro horas con Puigdemont en en el Palacio de la Generalidad, quien le manifestó "la situación del bloqueo absoluto" entre el Gobierno autonómico y el Gobierno central, y le solicitó que interviniera para intentar "encauzar una solución pactada".
En el juicio, ha relatado encuentros y llamadas telefónicas, entre ellas las mantenidas con Puigdemont entre el 25 y 26 de octubre y el principio de acuerdo de convocatoria de elecciones, a cambio de no aplicar el artículo 155 de la Constitución. En esta mediación también, intervinieron el exministro de Justicia, Rafael Catalá y el exconsejero de Empresa, Santi Vila. Según ha contado, "a las 14 horas", Puigdemont le comunicó que "las personas que estaban en San Jaume se estaban rebelando" y que "tenía una presión de su grupo" para hacer la declaración de independencia, por lo que el acuerdo se rompió.
A continuación ha declarado Gabriel Rufián, cuya comparecencia había sido solicitada por el abogado de Oriol Junqueras. Después de que Marchena le recordara que debía contestar a las partes, Rufián ha lanzado su primera proclama: "Es una vergüenza", ha dicho, que Vox esté en el juicio. El presidente del tribunal le ha recriminado su frivolidad en la Sala y le ha solicitado que su presencia era pertinente porque fue testigo de los hechos que se juzgan.
Preguntado por el asalto a la consejería de Economía del 20 de septiembre, Rufián ha minimizado lo ocurrido: "Me chirría que se diga que había una rebelión porque yo fui a comer, fui a merendar". También ha minimizado los destrozos de vehículos de la Guardia Civil. "Los únicos coches devastados que vi fueron los taxis", ha dicho.
El siguiente en declarar ha sido Albano Dante Fachín, ex portavoz de Catalunya sí que es pot, que ha protagonizado un surrealista momento al explicar al juez cuál es su profesión. Tras repasar su currículum, se ha definido como "precario". Sobre el 1-O, el exdiputado ha expuesto que aunque el partido no tiene como objetivo la independencia, sí decidió llamar a participar.
A continuación, ha comenzado su declaración como testigo el expresidente del Parlamento catalá, Ernest Benach. En la misma línea de la declaración prestada por la acusada Carme Forcadell, ha señalado que "la Mesa no tiene que juzgar a entrar el contenido, sino si la forma de presentación es la correcta", en relación a las propuestas parlamentarias.