El exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha recordado que los Mossos d'Esquadra intentaron comprar "armas y munición de guerra", pero que su departamento rechazó la adquisición al no ser considerada "necesaria". Zoido ha comparecido como testigo en el juicio del 1-O, a propuesta del exconsejero de Interior catalán, Joaquim Forn.
Zoido ha negado ser "el responsable" del dispositivo policial desplegado en Cataluña y de las órdenes que se dieron durante la jornada de votación del referéndum ilegal y ha apuntado a "los mandos orgánicos", es decir, al coronel Diego Pérez de los Cobos. Además, ha aludido a que el que fuera mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, fue "poco colaborador" y era "reticente" a estar coordinado por Pérez de los Cobos.
El exministro del Interior ha recordado que se desplegaron un total de 6.000 agentes de Policía y Guardia Civil en Cataluña para "auxiliar a los Mossos, actuar como Policía Judicial, y mantener la vigencia de la Constitución y la soberanía nacional". Ha recordado los ataques que sufrieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando estaban alojados en hoteles de Cataluña.
"No debe culparse a la Policía y la Guardia Civil. Deben asumir la responsabilidad quienes alentaron y promovieron un referéndum que había sido prohibido y declarado totalmente ilegal", aseguraba Zoido mientras hacía una defensa cerrada de la actuación policial durante todo el operativo.
También ha criticado la pasividad y el despliegue insuficiente de la Policía autonómica catalana: "Se destinaron 6.000 o 7.000 agentes en lugar de los 12.000 previstos para citas electorales legales. El 1-O era ilegal y se preveían más incidentes". Zoido señalaba que se formaron "escudos humanos" en los centros de votación para impedir a la Policía cumplir con el mandato judicial encomendado.
"Unos han intentado cumplir con la cuestión principal, que era impedir el referéndum, y otros han tolerado que se hicieran las votaciones", concluía el exministro del Interior popular.