El presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, ha comenzado su declaración en el Tribunal Supremo declarándose "preso político y no un político preso". De esta forma, sigue el argumento mostrado ante la Sala anteriormente por el exvicepresidente, Oriol Junqueras; el exconsejero, Raül Romeva o el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez. Durante su comparecencia, ha sido reprendido por el presidente de la Sala, Manuel Marchena, por emplear "interjecciones coloquiales" como "collons (cojones)" u "hòstia".
El interrogatorio al presidente de Ómnium Cultural ha iniciado la séptima sesión del juicio sobre el 1-O en el Tribunal Supremo contestando las preguntas del representante del Ministerio Fiscal, Jaime Moreno. La Fiscalía solicita 17 años de cárcel para el acusado por un delito de rebelión, que permanece en prisión provisional.
Cuixart ha afirmado que su entidad es "eminentemente independentista", que "defiende el derecho a la autodeterminación" y que tiene un sentimiento republicano. Además, ha reivindicado el papel de su entidad en el referéndum ilegal del 1-O y que "no renuncia a defender los derechos fundamentales".
Posteriormente, aseguraba que "su objetivo no es salir de prisión, sino resolver el conflicto en Cataluña" y ha reivindicado "la movilización" frente a la Consejería de Economía del 20 de septiembre. Como el resto de acusados, ha afirmado que la "violencia" la ejerció la Policía y la Guardia Civil, no la gente que "se manifestaba".
El presidente de Ómnium Cultural ha afirmado en el Supremo que apuesta por la "desobediencia civil sin violencia", frente a los mandatos del Tribunal Constitucional. Incluso ha citado como ejemplos la insumisión militar o las revueltas raciales de EE.UU. También aludía Martin Luther King o Gandhi.
Además, ha señalado que "los españoles deberían estar orgullosos" con la celebración del referéndum ilegal del 1-O, tras mantener varios enfrentamientos dialécticos tensos con el fiscal Jaime Moreno.
Cuixart se ha negado a contestar a la Abogacía del Estado y a la acusación popular que ejerce Vox, finalizando su intervención respondiendo las preguntas de su abogada, Marina Roig.