Pedro Sánchez aspira a un "gobierno monocolor" apoyado por Podemos y los independentistas
Fuentes socialistas aseguran que "ERC y PDeCAT se han arrepentido" de dejar caer a Sánchez y que el PSOE ronda los 120 escaños.
El escenario de los pactos posteriores al 28-A arroja, a día de hoy, una conclusión clara: o el PSOE reedita la fracasada entente con Ciudadanos y Podemos que abocó a la investidura fallida de Pedro Sánchez en 2016 y a una repetición de elecciones, o reedita el pacto Frankenstein con Podemos y los independentistas que le permitió sacar adelante la moción de censura y llegar al Palacio de la Moncloa. Y lo que avanzan fuentes socialistas a Libertad Digital es lo segundo, como ha dejado entrever el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista en TVE en la que no rechazó cerrar la puerta a un pacto con independentistas: "Tampoco me cierro a entenderme con Ciudadanos, Podemos o el PP".
Pese a la escenificación teatral de una ruptura con ERC y PDeCAT tras votar en contra de sus Presupuestos Generales del Estado por haberse negado, supuestamente, a ceder ante sus exigencias, el PSOE aspira a reeditar un pacto con Podemos y los independentistas tras el 28-A que le permitan gobernar en solitario.
Según estas fuentes, los independentistas se han "arrepentido de dejar caer a Pedro Sánchez" y así lo han manifestado en los contactos que se han venido sucediendo en los últimos días. Algunas fuentes explican que se arrepintieron incluso antes de votar en contra de las cuentas públicas pero que ya no había marcha atrás, entre otras cosas porque el propio Gobierno se negó a recular entonces en su supuesta ruptura. Explican, además, que "ERC incluso ofreció votar a favor de los decretos que trajeran al parlamento si, a cambio, no convocaba elecciones hasta octubre de 2019". Pero ya era demasiado tarde.
El error tiene ahora posibilidad de enmendarse. Una vez escenificado el divorcio y manifestado el malestar de un Gobierno entregado al diálogo pero iluminado por su propia ingenuidad, el Ejecutivo afronta unas elecciones el 28 de abril en el que la suma de las izquierdas sólo sale, una vez más, con el consorcio de independentistas y proetarras: ERC, PDeCAT y Bildu tendrán que votar a favor de Pedro Sánchez si gana las elecciones y es propuesto por el rey Felipe VI como candidato a la investidura. Y, según el PSOE, así será.
Además, el presidente no ha negado tal posibilidad en la entrevista que ha mantenido en TVE a partir de las 21:30 de la noche, después de haber sido preguntado y repreguntado por ello por le periodista Carlos Franganillo.
Aunque reconocen que "aún es pronto" y "ahora tenemos que conseguir el mayor resultado posible y después se verá", también explican que ésta es la única opción que contemplan en este momento en el que Ciudadanos les ha facilitado el camino "entregándose al tripartito con la ultraderecha" de VOX y vetando cualquier posibilidad de interlocución con el sanchismo. Un escenario de reedición del pacto Frankestein que vendría avalado por una victoria holgada del PSOE en las elecciones generales: según sus datos obtendrían un 28% de voto y cerca de los 120 escaños. "Estamos subiendo mucho y vamos a subir más", explican miembros de la Ejecutiva que han arrojado estos datos en una reunión con ánimo optimista en la que también se ha alertado de una "importante subida de ERC" que facilitaría la suma al PSOE.
El plan B: el PNV
Pero hay una segunda formación que registra crecimiento en los sondeos internos que manejan los socialistas y ésta es el PNV, aunque de forma "moderada". La formación que dio su apoyo a los Presupuestos de Rajoy y a la moción de censura de Sánchez con apenas unas semanas de diferencia y con el único fin de evitar elecciones, sigue en el entorno de los 6 escaños pero sería "la primera opción" para Pedro Sánchez en el caso futurible de que sumaran con Podemos, aunque en estos momentos "la suma no sale".
"Gracias Albert"
En Moncloa son optimistas en sus propios pronósticos porque están registrando una subida "importante" e los últimos días con un pico acusado este mismo lunes. Algo que achacan al veto que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dibujado sobre el sanchismo y con el que "nos ha regalado el centro". Entienden que la formación naranja "se está radicalizando" provocando que "sólo en el día de hoy hemos subido unos cinco escaños. Gracias Albert".
Operación 'disimulo' en Ferraz
La información que facilitan estos miembros de la dirección socialista se contradice con lo manifestado en público por el jefe de la campaña socialista, José Luis Ábalos, secretario de Organización Socialista, que se ha indignado este lunes por "el recurso a la ultra derecha" de "que alguien nos pueda decir: 'Es que ustedes pueden tener alguna tentación con respecto a los independentistas'… Si teníamos esa tentación, lo disimulamos enormemente. Fíjese, nos acaban de tumbar unos Presupuestos Generales del Estado y no nos ha hecho ninguna gracia. Como comprenderá, eso nos coloca en una situación muy poco condescendiente con todo lo que supone".
A juicio de Ábalos, "que alguien, pese a ello, siga con esa cantinela, abrazado a la extrema derecha… en fin, ya empieza a ser patético". Aunque esas voces, para desconocimiento del también ministro de Fomento, provengan de la propia dirección del PSOE.
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