Mañana de infarto la de este miércoles para Albert Rivera. El líder de Ciudadanos ha convocado en apenas dos horas dos ruedas de prensa distintas, antes y después de la que a su vez hacía la vicepresidenta Carmen Calvo en La Moncloa. En la primera Rivera pedía la comparecencia de Pedro Sánchez tras anunciarse el martes la figura de un 'mediador' con los separatistas catalanes, pero tras escuchar a la vicepresidenta volvía a la palestra para convocar una gran manifestación contra el Gobierno, el domingo en Madrid.
"Hay que frenar a Sánchez, y si no frenamos a Sánchez en los debates parlamentarios a los que no va a asistir, habrá que frenarle también en las calles. Y Sánchez nos tendrá que terminar escuchando, en las calles y en las urnas" señalaba Rivera, quien aboga por un "Frente Cívico" al margen "de ideologías" para "decirle a Sánchez que no estamos dispuestos a vender nuestro país".
En la primera de sus comparecencias, Rivera tenía ocasión de pronunciarse sobre la posibilidad de que el líder del PP, Pablo Casado, presente una moción de censura contra Pedro Sánchez.
Al término de una rueda de prensa convocada de urgencia para solicitar la comparecencia de Sánchez sobre el mediador con los separatistas catalanes propuesto por el Gobierno, algo que Ciudadanos considera una "humillación a España", al líder naranja, ya con un pie fuera del atril, le preguntaban sobre las intenciones anunciadas por Casado.
"No perdamos el tiempo, elecciones ya. La única manera de sacar a Sánchez de aquí, sabemos contar escaños, es con unas elecciones" afirmaba en una respuesta que no había tenido tiempo de meditar previamente, poniendo de relevancia que ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos el PP lograría los votos suficientes para sacar adelante con éxito la moción de censura.
Previamente, Rivera había manifestado que la legislatura está "agotada" y comienza a ser "peligrosa" tras el mediador anunciado por el Gobierno. "Es peligroso negociar en paralelo a la Constitución, y en paralelo a la soberanía representada en el Congreso y el Senado, y es peligroso que los que han dado un golpe de Estado nos marquen el camino para el futuro de la nación española. De ninguna manera vamos a aceptar que haya un mediador entre Cataluña, que es una comunidad autónoma, y el conjunto de la nación, que es España" sentenciaba Rivera, quien no dudaba en tildar de "basura" los 21 puntos de Quim Torra para negociar con el Ejecutivo, al tiempo que aseguraba que eran suficientes para aplicar de nuevo el artículo 155.