Estupor en el nacionalismo, desunión y débil respuesta en las calles por el traslado de los golpistas presos. Incidentes de menor calado y fracaso absoluto de los Comités de Defensa de la República (CDR). Anunciaron que no dejarían que se llevaran a los presos a Madrid, pero sus llamamientos no han tenido el seguimiento de otras veces. Tampoco los de la ANC, que ha optado por radicalizar su manifestación de la tarde en Barcelona ante el escaso seguimiento de la protesta.
A las seis de la tarde, un grupo de veteranos voluntarios de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha colgado un cartel en el balcón de la sede de la Comisión Europea de la capital catalana. Unos veinte de ellos han irrumpido en las instalaciones y manifiestan su intención de quedarse hasta que "Europa" les atienda. Han entregado una carta a la atención de Jean Claude Juncker en la que aseguran que el juicio es una farsa.
la seu de la UE al passeig de Gràcia amb Provença hi penja la pancarta ‘Self-determination is a right, not a crime. #Makeamove!’
Europa, reacciona davant la vulneració de drets fonamentals!ne i fem costat a les persones que son a dins. Passa-ho! pic.twitter.com/zyq5e9koJP
— Assemblea Nacional @assemblea) February 1, 2019
La presidenta de la entidad, Elisenda Paluzie, llama a todos sus asociados a confluir en la capital catalana para mantener el cerco a la sede europea durante toda la noche. Exige no rendirse. Sensación de fracaso ante la escasa respuesta. La ANC ya no cuenta con el respaldo de los partidos, salvo la CUP, cuyo diputado Carles Riera ha proclamado que "la UE es la prisión de los pueblos y un espacio cada vez más contrario a la democracia real". Unos trescientos CDR se desplazan a la plaza de San Jaime para lanzar huevos, pintura y petardos contra los Mossos que custodian el Palacio de la Generalidad. Gritos de "¡Torra dimisión!".
@epaluzie Europa del segle XXI no pot restar impassible quan es vulneren drets fonamentals i es reprimeixen referèndums amb violència. Som aquí per dir-li que reaccioni. I ens hi quedem fent costat a les 21 persones que son a dins. Vine! #Makeamove pic.twitter.com/p0u0ibWinX
— Assemblea Nacional @assemblea) February 1, 2019
Verbo inflamado
1-F. Viernes negro para el separatismo. El presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha vuelto a mostrar sus dotes para la oratoria inflamada. Tras la despedida a los presos, consejo ejecutivo extraordinario (la reunión habitual del Govern se celebra los martes) en el que los consejeros de Junts per Catalunya (JxCat) y los de ERC han entrado por separado. Al término, Torra se ha esforzado por llamar la atención de la Unión Europea. El Estado, ha dicho en inglés, "viola los derechos civiles y políticos de los catalanes", es un "juicio contra la democracia, contra todos los catalanes y los demócratas". También ha manifestado que los catalanes son ciudadanos europeos, por lo que tienen derecho a que la UE se implique en su defensa y frene la "involución democrática" que atribuye a los poderes del Estado. "Este no sólo es un problema de los catalanes, es un problema de la comunidad internacional y especialmente de la Unión Europea", clamó.
Además, ha pedido "coraje y valentía" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "para acometer los cambios democráticos que España necesita para homologarse a las democracias plenas y avanzadas". "El Govern –añadió– no desfallecerá y no retrocederá ante la oleada represiva".
Llach vuelve a cantar 'L'estaca'
Desolación en la ANC y en los CDR ante la "pasividad" que atribuyen al ejecutivo regional en defensa del derecho de autodeterminación y de los presos. Toneladas de frustración y desangeladas convocatorias por la tarde en las principales ciudades catalanas. Uno de los grandes referentes del movimiento separatista, Lluís Llach, expresaba el sentir de gran parte de independentistas con el siguiente mensaje en Twitter: "Hoy tengo ganas, más que nunca hasta ahora, de hacer un gesto desmesurado". El gesto ha sido cantar L'estaca en la concentración de la ANC en Barcelona.
Avui tinc ganes, més que mai fins ara, de fer un gest desmesurat.
— Lluís Llach (@lluis_llach) February 1, 2019
A unos pocos metros de la protesta, un grupo de vándalos ha atacado con pintura la sede de la Fiscalía Superior de Cataluña. Arran ha reivindicado la acción.
xí ha quedat la Fiscalia Superior de Catalunya a #Barcelona.
— Arran @Arran_jovent) February 1, 2019
Davant d’aquests judicis polítics #Alcemnos i assenyalem els culpables href="https://t.co/Zjl77wrdVh">pic.twitter.com/Zjl77wrdVh
El vídeo del furgón
Los llamamientos a acompañar el traslado de los presos no han surtido gran efecto. El separatismo brama en las redes sociales contra la Guardia Civil por un vídeo grabado desde el interior de unas de las furgonetas del Instituto Armado que formaba parte de la comitiva. Con la música de fondo de Josetxu Piperrak & the Riber Rock Band y su canción "OVNI" (objeto verde nada inteligente), el furgón pasa por delante de los manifestantes que a las puertas de la cárcel de Brians agitaban sus banderas para despedir a los presos e insultaban a la Guardia Civil. Unas risas en el interior del furgón han soliviantado al independentismo catalán y al vasco.
Los golpistas ultranaZionalistas presos, parten hacia Madrid. Únicamente varias decenas de tristes, han acudido a despedirlos. Se acabaron los aquelarres junto a las carceles.
Beautiful!! href="https://twitter.com/hashtag/adeugolpistes?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#adeugolpistes
— Espíritu indomable (@Esprituindomab1) February 1, 2019
Freedom of #Catalonia from ultranationalists and secessionists pic.twitter.com/kb0gmYGfWH
El senador de EH Bildu, Jon Iñarritu, ha presentado una interpelación al Gobierno. También ERC ha presentado una batería de preguntas. Consideran que se trata de un "vídeo repugnante". Los diputados republicanos Joan Tardà y Gabriel Rufián exigen la comparecencia del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, y purgas en la Guardia Civil.
Huelga general el 7
El separatismo ha fijado finalmente la huelga general para el próximo día 7. Los enfrentamientos entre el grupo de Puigdemont y el de Junqueras tienen un correlato en la calle. Los sectores más motivados denuncian que el Govern no hace nada para cumplir el "mandato del 1-O". Exigen hechos, desobediencia y república efectiva. Han perdido el respeto a los dirigentes de los partidos, ya no compran la retórica de barricada de Torra y ERC y alertan del riesgo de desmovilización.
El traslado para el juicio de los Jordis, Cuixart y Sànchez (reconvertido de presidente de la ANC en presidente del partido de Puigdemont), Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Raül Romera, Dolors Bassa, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn ha causado conmoción en partidos y entidades.
"Conexión emocional"
Habían establecido una "conexión emocional" con los encausados a base de montar actuaciones y manifestaciones a las puertas de las prisiones catalanas. Las visitas de autoridades, compañeros de partido y personalidades del proceso animaban el día a día de los presos, que habían recuperado la agenda y el protagonismo político desde que abandonaron las prisiones madrileñas a las que ahora vuelven para el juicio por el golpe de Estado.
La consigna separatista común es que "el juicio es una farsa", pero a partir de ahí surgen las discrepancias. ERC pretende no complicar más la situación de los presos. Junts per Catalunya sigue los dictados de Puigdemont y apuesta por la crispación. La ANC intenta arrastrar al ejecutivo regional hacia la confrontación con el Estado. Y los CDR aprietan, pero en ataques contra los actos de fin de semana de Vox, Ciudadanos y el PP.
Los sectores más hiperventilados porfían por convertir la enorme frustración que expresan todos los actores del proceso en gasolina para las movilizaciones. La CUP; Arran y los CDR, junto con la ANC, se niegan a que la "normalidad" presida las calles catalanas durante el juicio.