A perro flaco, todo son pulgas. Eso han debido pensar en Izquierda Unida porque, en uno de los momentos más complicados para Pablo Iglesias, están tratando de aprovecharse de esa debilidad para ganar protagonismo.
En primer lugar, quieren acabar con el nombre de "Unidas Podemos", marca que nunca terminó de convencer entre los miembros del partido de Alberto Garzón. En un comunicado, aseguran que "en el siguiente ciclo electoral no nos jugamos solo una redistribución de cuotas institucionales, sino todo un modelo de país" frente al "bloque reaccionario" de PP, Cs y VOX.
"Somos conscientes de la necesidad incuestionable de reforzar el espacio institucional de la izquierda transformadora ante el empuje del bloque reaccionario", explican, ratificando así la validez del acuerdo marco alcanzado con Podemos, pero avisan: con la fórmula "Unidas".
"El espacio de 'Unidas' apostamos por una candidatura conjunta en la Comunidad de Madrid y en el resto del Estado que, partiendo de acuerdos previos y sólidos con Podemos en cada territorio, se abra a más actores políticos y sociales que se sitúen enfrente del bloque reaccionario y propongan una salida constituyente y democrática de la crisis", afirman.
Reunión a tres
Además, IU Madrid está tratando de conseguir notoriedad con la crisis de Podemos convirtiéndose en el "pegamento" entre pablistas y errejonistas. Para ello, han propuesto celebrar el lunes 4 de febrero un encuentro a tres en el que reunir a Más Madrid, la plataforma de Íñigo Errejón, y a Podemos y pactar una candidatura unitaria de los tres en la Comunidad de Madrid.
El partido se ofrece a "servir como nexo de unión de todas las partes" y el lunes propondrán "avanzar en acuerdos políticos, programáticos y metodológicos, así como profundizar en mecanismos de rendición de cuentas y revocatorios". Pero Podemos ya ha avisado que no pretenden acudir a este tipo de citas.