Tensión máxima en Podemos. Tras conocerse que Iñigo Errejón no iba a acudir a la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos (la dirección al completo de la formación), Pablo Iglesias ha vuelto a arremeter contra el que fuera su número dos y amigo en Facebook.
"Hoy no podré asistir a la reunión de nuestro Consejo Ciudadano Estatal. Me conectaré por teléfono en la medida en que las tareas que conlleva mi permiso de paternidad me lo permitan, como hizo Irene en el último Consejo", comienza el escrito de Pablo Iglesias, que unas horas antes se había planteado romper esta baja para acudir a la reunión.
Tras ello, en un texto dividido en 10 puntos, Iglesias hace un repaso a la situación política actual para acabar cargando contra Errejón. Aunque dice que "Iñigo, a pesar de todo, no es un traidor", el líder de Podemos lanza una serie de acusaciones que sitúan a su ex número dos fuera del partido. "En política la forma es el fondo. La propuesta de superar Unidos Podemos como referencia política del cambio, que representa lo poco que conocemos del nuevo partido de Íñigo y Manuela, es un planteamiento que me parece erróneo pero que es legítimo".
Sin embargo, apunta el líder de Podemos "no se ha discutido ni en los órganos ni en ningún proceso de participación en Podemos. Mientras una Asamblea Ciudadana no decida nuestra autodisolución o nuestro fin como referente electoral, en Podemos las decisiones las toman los inscritos y los espacios colectivos de dirección elegidos por ellas y ellos".
Pero la acusación más grave llega después: "Hacer las cosas en secreto, por sorpresa y sin contar con los espacios colectivos me parece incompatible con formar parte de Podemos y sus espacios colectivos. Con todo, es legítimo que, por la vía de los hechos consumados, haya compañeros que abandonen nuestra formación. Hay que asumirlo con naturalidad y madurez".
Según Iglesias, "destruir Unidos Podemos es condición de posibilidad para que solo haya dos alternativas de superación de la crisis de régimen". Una de ellas, sería "el modelo aznariano de los trillizos reaccionarios", y la otra , "un modelo macroniano de gran centro con un PSOE susanista y Ciudadanos como protagonistas".
"Para eso necesitan lo que algunos analistas llaman una izquierda amable escindida de Podemos. Los acontecimientos de las últimas semanas muestran hasta que punto fue relevante el debate que tuvimos en el Consejo Ciudadano sobre si apoyar o no el Gobierno de Rivera presidido por Sánchez en 2016. Los inscritos resolvieron el debate de manera clara, pero los adversarios de Unidos Podemos tomaron nota", dice el líder de Podemos en un nuevo dardo a Errejón, en el que lo sitúa junto al PSOE y a Ciudadanos.